Una doble sesión de locura

Con Nadal llegó la locura al torneo. El jugador se entrenó en doble sesión, por la mañana y por la tarde, pero dicho entrenamiento se produjo en medio de la confusión y un descontrol total. Sucedió que la organización había dado orden expresa a los voluntarios y a la gente de seguridad para que no pidiesen autógrafos a Rafa, pensando en el lío que eso podía suponer. Sin embargo, a la hora de la verdad, todos se lanzaron hacia el jugador pidiéndole una rúbrica. Como el balear es incapaz de decir que no a nadie, estuvo casi más tiempo firmando autógrafos que entrenando. Ya es algo que le suele suceder fuera, mucho más cuando viene a Madrid, donde se le trata como si fuese su casa. Por otro lado, se está pendiente de la televisión y de Montañés, que está jugando en Estoril, para ver cuándo disputará Rafa su primer partido. En teoría, se piensa que el martes por la noche (a las diez), pero depende de la lluvia, que está retrasando el desenlace en Portugal.