Un lleno tardío

Las nubes pasaron de largo, amainó el viento y el recinto ferial portuense comenzó a llenarse al ritmo de castañuelas y trajes flamencos. La jornada de ayer comenzó un poco más tarde de lo previsto en el tercer día de la Fiesta del Vino Fino a causa del mal tiempo, pero por la tarde las casetas ya mostraban el lleno de uno de los días de más afluencia en el Real.

La alegría y ganas de fiesta danzaban a sus anchas entre farolillos y luces. El fino y la manzanilla de la tierra no faltaban en los vasos de unas casetas repletas. Los caballos acudieron también a la cita, en un día en el que continúo el Concurso Morfológico y el espectáculo ecuestre. Sin embargo, no todos los portuenses se mostraron ayer satisfechos con la organización de la Feria. El botellón y los aparcamientos fueron motivo de queja de algunos ciudadanos.

Basura

«Nos hemos bajado del coche y de camino a la portada de la feria, lo único que vemos es gente bebiendo, las botellas tiradas por los suelos y chavales borrachos», denunciaba Manuel Cuevas. Este portuense explicaba que ver esta situación le quita las ganas de feria, «porque no es normal que les permitan estar aquí bebiendo, dando mala imagen a la fiesta de nuestra ciudad y ayer, que hizo buen tiempo, estuvieron desde las tres de la tarde». Carmen Camacho pasaba unos minutos después por la portada del Real. «Entiendo que los jóvenes beben en la calle para ahorrar dinero pero no es justa la imagen que dan, ni cómo lo dejan todo, nos ha costado mucho conseguir una Feria familiar para que permitan esto».

Lo cierto es que la avenida principal, la portada y el resto de accesos, estaban abarrotados. Una pareja de agentes de la Policía Local aseguraba que «por la noche todo se llenará mucho más, pero la situación está controlada, se ha activado un dispositivo para que haya la mayor seguridad en el recinto y, por el momento, no ha ocurrido ningún incidente significativo».

En silla de ruedas

Si aparcar un sábado en la Feria de El Puerto es complicado, entre la afluencia de coches y personas que llegan a pie al recinto, el albero y el viento, más difícil es acceder en silla de ruedas. Así lo explicaba ayer Elena Rodríguez, una portuense con discapacidad que quedó con varios amigos para pasar un día de fiesta. «Estoy indignada y conteniéndome a la vez, por lo difícil que es todo para los que estamos en un silla de ruedas», explicaba acalorada. Elena señalaba que «sólo hay doce aparcamientos para minusválidos en el recinto de la Cruzcampo, el año pasado eran muchos más, así que tenemos que aparcar más lejos y es casi imposible llegar hasta aquí, aún no sé como he podido». Esta portuense contaba además que «el viernes un amigo que vino también en el coche tuvo el mismo problema y me comentó que hay un reservado para gente del Ayuntamiento con más de 25 plazas».

Ya en las casetas entre bailes, y copas, los problemas quedan olvidados, al menos, durante el tiempo que dura la fiesta. Hoy será el día de los jinetes con la entrega de premios en el recinto hípico, y de los taurinos, con la corrida de toros de los diestros Pérez Mota, Alejandro Morilla y Salvador Cortes a las 18.30 horas.