RECESIÓN. Rodrigo Rato explicó en Cádiz los orígenes de la crisis económica. / ANTONIO VÁZQUEZ
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Rodrigo Rato reconoce en Cádiz que el modelo económico «ha fallado» y necesita evolucionar

El ex director del FMI demandó la actuación del sector público y un cambio en la sociedad Auguró que «durante los próximos 12 a 15 meses se producirá una caída de precios general»

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«La autorregulación ha fallado, los mercados se han equivocado en la valoración del riesgo en las últimas crisis». Éste ha sido el diagnóstico del ex director gerente del Fondo Monetario Internacional y ex vicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato. Este experto en finanzas fue ayer el encargado de clausurar el seminario organizado por el Ayuntamiento de Cádiz y el Instituto de Derecho Comparado de la Universidad Complutense. Lo hizo con una conferencia en el Palacio de Congresos que llevó por título Los flujos de capital y los ciclos económicos y a la que asistió la plana mayor del PP, además de numerosos empresarios e invitados.

En la lección magistral que dictó realizó un pormenorizado análisis de cuáles han sido las causas que han originado la crisis financiera y económica que asola el mundo desde hace meses. Asimismo, puso sobre la mesa algunas de las recetas que deberían poner fin a esta situación que continúa amenazando los fondos de las entidades financieras, la supervivencia de las industrias y los empleos y bolsillos de los consumidores.

Explicó que el origen de la actual situación de recesión se encuentra en un cambio en el modelo financiero que surgió en la década de los noventa. Hasta entonces, cuando una entidad financiera firmaba una operación con un particular o una empresa (por ejemplo, una hipoteca), ahí acababa todo. El banco obtenía rentabilidad del préstamo realizado a través de los pagos mensuales de su cliente hasta que el crédito quedaba amortizado. Pero el riesgo de impago existe en toda operación de financiación. A las entidades se les ocurrió entonces una fórmula para repartir o diseminar -en palabras de Rato- este riesgo: las operaciones pasaron a convertirse en títulos (como una propiedad o una participación accionarial) y se pusieron a la venta. A este proceso lo llamó «titulización».

Petición de préstamos

Una de las consecuencias que tuvo la generalización de esta práctica fue el «apalancamiento de la economía», según explicó. Las entidades comenzaron a pedir préstamos para adquirir estos títulos. Éstas los pusieron a la venta de nuevo y los nuevos compradores suscribieron también créditos para hacerse con estos «paquetitos» -en palabras del conocido comentarista económico Leopoldo Abadía-. Los siguientes propietarios repetían la acción. Rato aseguró que esta espiral de compras y créditos fue lo que provocó la quiebra de Lehman Brothers en Estados Unidos y de la confianza.

Pero, ¿por qué se propagó con tanta rapidez en las economías de todo el mundo esta desconfianza? El ex dirigente económico señaló que la globalización ha permitido a los países en vías de desarrollo que tengan un crecimiento económico durante las dos últimas décadas mayor que el de los países desarrollados, mientras que antes siempre crecían por debajo y parecían condenados a no poder alcanzar nunca los niveles occidentales.

Otra de las bonanzas que señaló acerca de este fenómeno es que los ciclos de recesión económica están cada vez más distanciados en el tiempo. Rato explicó que la globalización lleva aparejada la sincronización de la producción: el mismo artículo pasa por varios países durante su proceso de elaboración. De esta forma, un mismo coche -no el modelo, sino una unidad del vehículo final-, por ejemplo, se está construyendo a la vez en Alemania, Polonia y España. «La sincronización de la producción hace que la crisis se contagie de forma muy rápida», concluyó al respecto.

El que fuera vicepresidente económico durante ocho años auguró una caída generalizada de los precios que se prolongaría durante 12 a 15 meses. No dio recetas mágicas ni se sacó una inesperada solución del bolsillo para la recesión. Sin embargo, demandó la intervención del sector público para salir de esta situación «tras el proceso de intervención decreciente del Estado» en los últimos años. Aseguró que la autorregulación ha tenido errores y que han existido fallos de supervisión. Avisó de que cada país tendrá que dirigir sus propios cambios para adaptar sus economías facilitar su salida de la recesión y que la sociedad tendrá que cambiar para que pueda hacerlo su economía. «Sólo cuando las ideas cambian lo hacen las cosas», dijo. «Nuestras ideas tendrán que evolucionar», señaló en referencia al pensamiento económico.

jlopez@lavozdigital.es