«Esperamos que su futuro conozca momentos felices»

Muy cortés y sin reparos para atender las llamadas que ayer se agolpaban en los teléfonos de sus consejeros, el embajador de Mauritania se pronunciaba por primera vez sobre un caso que están siguiendo «muy de cerca». No sólo porque están sufragando los gastos de la representación letrada que tiene la familia procesada, sino porque desde que se produjo la detención en 2007, un representante de esta institución ha estado siempre presente en cada acto judicial que se realiza en Cádiz. «Recibimos cada noticia muy de cerca, sobre todo de esa familia que vive desde hace casi dos años una situación difícil y dramática, en el plano psicológico y moral, en España», respondía ayer a preguntas de este medio el embajador Sidi Mohamed Ould-Boubacar.

Aunque antes de que se le formulara la primera cuestión, el diplomático quiso dejar clara una idea: «Lo primero que quiero que sepáis es que tengo una plena y absoluta confianza en la justicia española». Sobre la posibilidad de que este proceso judicial desemboque en un conflicto mayor, dado el reproche de la comunidad mauritana en Puerto Real de que no se está respetando su cultura, Sidi Mohamed Ould-Boubacar apeló a las buenas relaciones entre ambos estados. «España es un país comprensivo y que llama al diálogo, al igual que los mauritanos, que nos acercamos de la misma manera con diálogo y comprensión mutua». Para terminar con un deseo, que sin ser explícito es cristalino en su sentido: «Esperamos que el futuro de esta familia conozca momentos felices».