Una alianza mundial para Afganistán

La partitura puesta a punto por la Administración Obama para restaurar el liderazgo mundial de Estados Unidos tiene hoy en la cumbre de La Haya un sonoro bemol: cerca de un centenar de países, Irán entre ellos, asisten a la Conferencia Internacional sobre Afganistán, diseñada para arropar la nueva estrategia de la Casa Blanca contra los talibanes y Al-Qaida, y que fue presentada el pasado viernes por el nuevo presidente norteamericano en Washington.

La reunión, de carácter ministerial a nivel de titulares de Exteriores, estará copresidida por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el presidente del país asiático, Hamed Karzai. Teherán envía a su viceministro de Exteriores, Mohamed Medí Akhoundzadeh. China e India asisten también a la cumbre como potencias fronterizas con Afganistán. Existe un obvio interés de Estados Unidos por involucrar al mayor número posible de actores internacionales en la resolución de un conflicto que arrastra al vecino Pakistán, un país que cuenta con bombas atómicas en su arsenal militar, al caos. El foro se anticipa como la ocasión para enmarcar las decisiones que la OTAN tomará tres días después en Estrasburgo.

Al margen del refuerzo de efectivos comprometido ya por Barack Obama para Afganistán -21.000 hombres-, la comunidad internacional ha sido urgida a redoblar esfuerzos para evitar el desfondamiento de las frágiles estructuras del Estado afgano. Sólo la formación de la Policía y el Ejército han sido cifradas en 2.000 millones de dólares -1.515 millones de euros- al año, de acuerdo con una valoración del secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, en una entrevista publicada ayer por un medio informativo británico. Washington quiere que la OTAN aumente su contribución a este capítulo, pero las sumas disponibles están muy lejos de alcanzar los objetivos norteamericanos: 25 millones de dólares -19 millones de euros- frente a los 500 -378- requeridos sólo de esa fuente financiera.

Francia intentará que haga fortuna en la reunión su idea de enviar a la zona una fuerza de policía europea, constituida por gendarmes, carabinieri, guardias civiles y otros efectivos del rango. Washington y París discrepan sobre el encuadre de esos efectivos, que colaborarían en el adiestramiento de los agentes afganos: los primeros quieren que estén al mando de la OTAN; los segundos de la UE, en el marco de una misión de la Política Exterior y de Defensa de la PESD. Existe el problema adicional, para la consolidación de las ideas galas de que la UE tiene ya en la zona una fuerza de policía, encuadrada en una misión de la PESD, Eupol.

Más aportaciones

Por otra parte, sólo seis socios europeos, entre los que se encuentran España, Francia, Portugal, Rumanía, Italia y Holanda, forman parte de la Fuerza Europea de Gendarmería, con sede en Italia. Ayer, la Comisión Europea anunció la posibilidad de incrementar sus aportaciones para Afganistán en 60 millones de euros este año y el próximo, que vendrían a sumarse a los 700 ya previstos para el período 2007-2010.

En La Haya parece que la presión mayor recaerá sobre países distantes del conflicto pero financieramente sólidos como Japón, los países petroleros del Pérsico y, por supuesto, Arabia Saudí, todos ellos presentes en la reunión.