ESPAÑA

Uno de los féretros del Yak-42 tenía restos de tres cuerpos distintos

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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El testimonio de los forenses que confirmaron que treinta de los cadáveres de los militares muertos en el accidente del Yak-42 fueron mal identificados dejó mal parados a los tres acusados. Médicos de la Audiencia Nacional y del Instituto Nacional de Toxicología que casi dos años después del siniestro analizaron el ADN de las víctimas confirmaron ayer al tribunal que en un féretro llegaron a encontrar restos de tres cuerpos distintos.

Ante la atónita mirada de los asistentes a la vista, el forense de la Audiencia Nacional Juan Miguel Monje, encargado de coordinar las exhumaciones e identificaciones de las víctimas en febrero de 2005, veintiún meses después del accidente aéreo, detalló al tribunal el procedimiento que llevaron a cabo en 21 de los 30 cuerpos sobre cuya filiación existían dudas, ya que los otros nueve fueron incinerados después del funeral de Estado.

El médico relató el periplo por diversos puntos de la geografía española para desenterrar los féretros y trasladarlos al Instituto Anatómico Forense de Madrid. Contó que allí procedieron a abrirlos con cierta dificultad, ya que estaban sellados con precinto de cinc. Y narró que después tomaron muestras de los restos, contenidos en bolsas que llevaban un número o nombre y número, según el caso, para cotejarlas con las de sus familiares. Una labor que resultó más ardua de lo previsto.