ESPAÑA

El tribunal interrogará al jefe del Estado Mayor del Ejército cuando se estrelló el 'Yak-42'

Alejandre quiso posponer la entrega de los cadáveres no identificados

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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El tribunal de la Audiencia Nacional que juzga los errores en la identificación de treinta de los cadáveres de los militares muertos en el accidente del Yak-42 decidió ayer llamar a declarar al teniente general Luis Alejandre, jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME) cuando se produjo el siniestro. Lo hizo después de que el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el teniente general Félix Sanz Roldán, declarase en el juicio que le oyó decir que había comunicado a la cúpula del Ministerio que dirigía Federico Trillo que había cuerpos sin identificar y que planteó sin éxito la conveniencia de demorar los entierros hasta concluir las labores de filiación.

El testimonio de Sanz Roldán dio un vuelco al juicio y obligó al tribunal a aceptar una de las peticiones clave para la defensa. El general Alejandre ha sido citado para el próximo martes 31 y su testimonio será determinante para volver a revisar si Trillo pudo incurrir en alguna responsabilidad con respecto a los errores en la filiación de los militares muertos.

Según Sánz Roldán, Alejandre le comentó que, en una reunión del Consejo de Dirección del Ministerio celebrada un día después del accidente, recibió la noticia de que había cadáveres sin identificar, y se lo comunicó a los presentes, entre ellos el ex ministro Trillo y su número dos, el diplomático Javier Jiménez-Ugarte.

-«¿Cuándo se reunió con el general Alejandre?», le interpeló el letrado de la acusación, Leopoldo Torres.

-«El 29 de junio de 2004, un año después del accidente. Fue por encargo del ministro José Bono para su investigación».

-«¿Y qué le dijo?»

-«Que en una reunión celebrada en una sala anexa al despacho del ministro (Federico Trillo) propuso entregar a los identificados positivamente y los que no, que se trasladaran a un centro para que se procediera a su identificación».

Después, el que fuera jefe de gabinete de Trillo, Manuel Bretón, negó la versión de Sánz Roldán. «No recuerdo absolutamente nada de eso, yo no le oí decir eso», señaló a preguntas del fiscal. Bretón estuvo en esa reunión y confirmó que también lo hizo Trillo. Una cita en donde se fijó que el funeral de Estado sería al día siguiente, el miércoles 28 de mayo.

Asimismo, quien era cónsul de España en Turquía en el momento del siniestro, Raimundo Ezquerra, autoridad encargada de certificar las actas de defunción de los militares, dijo haber emitido cuantos documentos fueron necesarios para su registro, lo que luego fue muy criticado por los familiares, que aseguraron al tribunal que no recibieron ningún tipo de certificado de defunción por parte del Ministerio.

Raimundo Ezquerra aseguró desconocer los errores en las identificaciones y se limitó a detallar su cometido. Reconoció que no se cumplieron los trámites y que se trasladaron los féretros «sin papeles».

Llevaban años deseando estar ante un tribunal de Justicia. Cada palabra, cada gesto, cada suspiro de los familiares de las víctimas del Yak 42 sacudieron ayer con fuerza la sala de vistas principal de la Audiencia Nacional. Los relatos de siete madres, padres, viudas y hermanos que comparecieron como testigos ante el tribunal hicieron retorcerse en su asiento al principal acusado, el general médico Vicente Navarro, y también al resto de asistentes al juicio.

Denunciaron «abandono», «machaque psicológico brutal» y «amenazas» desde el accidente. «Fue un puñetero calvario» que se superpuso al dolor de la pérdida de sus seres queridos. Entre lamentos, relataron el «impacto» que supuso conocer un año después que los suyos habían sido enterrados o incinerados a kilómetros de sus casas.