Un legado de 4 millones

A Jade Goody no se le puede recriminar falta de honestidad. Ella quiso vender su agonía por dinero y nunca lo disfrazó de otra cosa. No lo quería para ella, sino para sus dos hijos. Los pequeños, Bobby, de 5 años y Freddy, de 4, recibirán un cuantioso legado de su madre. Cuatro millones de euros ha reunido la ex concursante de 'Gran Hermano' más tristemente famosa de la historia. Goody, de 27 años, murió el domingo víctima de un cáncer cervical fulminante que le fue comunicado por la tele, mientras concursaba en una edición de 'Gran Hermano' en India.

Desde que ella y los televidentes supieran de la enfermedad, Jade se ha exhibido más si cabe que nunca y ha recibido por ello críticas pero también reconocimientos, entre ellos el del propio primer ministro británico, Gordon Brown. La joven vendió su boda, el bautizo de sus hijos -que vivirán con su padre, el ex marido de Jade, Jeff Brazier- y su sufrimiento. Recibió por ello 4 millones de euros, según publica el 'Daily Telegraph'.

Se destinarán a dar a sus hijos la educación que ella soñó para sí misma. Fue precisamente esa ignorancia la que hizo al espectador fijarse en Jade por encima de otros concursantes del 'Gran Hermano' inglés de 2002. Comenzaba entonces su 'idilio' con las cámaras, sus salidas de tono, sus comentarios inapropiados y después su lucha pública contra la enfermedad.