La inflación camina hacia sus tasas más bajas desde hace cuarenta años

Los precios de los bienes y servicios de consumo van camino de batir todas las marcas a la baja, arrastrados por el hundimiento de la demanda de los hogares, la caída de las cotizaciones del petróleo y de los alimentos y las rebajas. La tasa anual del Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) descendió en febrero una décima, hasta situarse en el 0,7%. Si el índice general de precios (IPC), que dará a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 12 de marzo, registra una bajada similar, la inflación se acercará más al récord del 0,5% de junio de 1969.

El dato del indicador adelantado publicado ayer se mide con los mismos criterios en los países europeos, y permite hacer comparaciones entre ellos. La variación con respecto al IPC nacional suele ser mínima, como mucho una décima. Su bajada en febrero coincide con la evolución del índice general prevista por el Gobierno, que ya reconoce que en 2009 veremos tasas en negativo, pero sin llegar a la deflación. Los expertos creen que las cifras rojas llegarán en verano, cuando la tasa de precios se compare con los meses de 2008 en que el petróleo cotizó en máximos históricos, por encima de los 147 dólares el barril. Entre septiembre y diciembre, según ese análisis, volverían los registros positivos.

El IPCA, igual que el IPC, tocó techo en julio del 2008 cuando alcanzó el 5,3%. Desde entonces ha bajado 4,6 puntos. Hace ahora un año, en febrero, su tasa interanual marcó un 4,4% y parecía que iba camino de batir todos los récords. El Gobierno considera que los descensos registrados desde el verano -de seguir este camino, el IPC iría camino de su séptima bajada consecutiva- son un respiro para las familias.

Desaceleración

Nada hace predecir que su comportamiento vaya a cambiar: la cotización media del petróleo en enero fue de 45,6 dólares por barril. Al descenso del coste de la energía y otras materias primas hay que añadir la fuerte desaceleración de la actividad y del consumo, combatida con promociones y descuentos generalizados por los proveedores de bienes y servicios. El portavoz de Economía del Partido Popular, Cristóbal Montoro, discrepó de este análisis y aseguró que la economía española está «a las puertas de la deflación», situación que a su juicio hará aumentar el paro y las penurias que padecen muchas pequeñas y medianas empresas. El diputado del principal partido opositor considera que los indicadores evidencian el «fracaso» de la política económica del Gobierno, y pidió por ello la dimisión del vicepresidente económico, Pedro Solbes. Montoro aseguró que la crisis es en España «especialmente dura». Los nacionalistas catalanes también creen que el riesgo de deflación es real. El portavoz de Economía y Hacienda de CiU, Josep Sánchez Llibre, hizo un análisis contradictorio de la situación: por un lado celebró que bajen los precios porque «aumenta el poder adquisitivo», pero por otro reclamó al Gobierno medidas.