El caso Politkóvskaya sigue abierto

Los cuatro acusados de estar implicados en el asesinato de la periodista rusa Anna Politkóvskaya, abatida a balazos en el ascensor de su vivienda el 7 de octubre de 2006, fueron ayer declarados inocentes y puestos en libertad en la misma sala del tribunal. La familia de Politkóvskaya pide a la Justicia rusa que encuentre a los «verdaderos» culpables. Por su parte, los que acaban de ser liberados afirman que exigirán compensaciones por la persecución sufrida. En el banquillo se sentaban los hermanos chechenos Dzhabrail e Ibrahim Majmúdov, el ex policía Serguéi Jadzhikurbánov y el antiguo agente del KGB Pável Riáguzov. La Fiscalía se propone recurrir el veredicto e insiste en que los tres primeros participaron directamente en la organización del crimen mientras que Riáguzov facilitó información sobre la víctima.

Tras casi dos horas de deliberaciones, el jurado dictaminó por unanimidad que no ha sido probada la culpabilidad de ninguno de los cuatro imputados. Se cree que Rustam Majmúdov, hermano de Dzhabrail e Ibrahim, fue el autor material de los disparos, pero se encuentra en paradero desconocido.

Iliá Politkovski, hijo de la periodista asesinada, manifestó ayer en una rueda de prensa que «los cuatro que acaban de ser absueltos tienen que ver con la muerte de mi madre de una u otra forma». No obstante, Iliá señaló que estaba preparado para un veredicto de tales características y anunció que su familia no apelará la decisión del juez. «El recurso es cosa de la Fiscalía, no nuestra», añadió. Karina Moskalenko, abogada de Politkovski, dijo que «no ha sido encontrado el autor del crimen ni tampoco se ha establecido quién lo encargó». «Necesitamos saber quiénes son los asesinos», recalcó Mos-kalenko en la sala de prensa de la agencia rusa Interfax.

Encargo del crimen

Por su lado, el abogado de los hermanos Majmúdov, Murat Musáyev, aseguró a la salida del juicio que sus defendidos «exigirán compensaciones económicas por vía judicial por la persecución sufrida».

Musáyev cree que el asesinato de Politkóvskaya fue encargado por un político ruso, cuya identidad no ha revelado. El letrado sostiene que, en contra de lo dicho por el fiscal general, Yuri Chaika, «el crimen no fue ordenado desde el extranjero». «En el acta de acusación se habla de un político dentro de Rusia», declaró Musáyev el pasado noviembre, pocos días después del comienzo del juicio que ayer terminó.

La Fiscalía General informó el año pasado que el pistolero se encuentra fuera de Rusia y que se hacen gestiones para obtener su extradición. Sin embargo, no se dio a conocer el país concreto en el que se esconde. Politkóvskaya, nacida en Nueva York en 1958 y reportera del rotativo ruso Nóvaya Gazeta, criticó duramente en sus artículos los abusos cometidos en Chechenia contra los civiles y la política del Kremlin en la conflictiva república.

El homicidio fue llevado a cabo cuando Politkóvskaya preparaba un material sobre las torturas que las fuerzas de seguridad rusas inflingen a personas inocentes. El artículo, lógicamente incompleto, fue publicado en el periódico después de su muerte. Ella había denunciado en numerosas ocasiones amenazas por parte de militares rusos, policías y miembros de los servicios secretos.