Economia

La caída del consumo por el paro, principal detonante de la recesión

Los bajísimos niveles de consumo e inversión, que en el cuarto trimestre de 2008 marcaron sus peores tasas desde 1993, son los principales causantes del hundimiento de la economía. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer los detalles de la contabilidad nacional, cuyos indicadores certifican que España entró en recesión a finales del año pasado tras quince años de crecimiento ininterrumpido. Los datos de crecimiento negativo interanual (0,7%) e intertrimestral (1%) coinciden con los publicados por el INE en su avance de la semana pasada. Como dato positivo, España creció en 2008 al 1,2%, más que la media de la zona euro, gracias a la mejor evolución de los dos primeros trimestres.

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El gasto en consumo final de los hogares aceleró su retroceso entre octubre y diciembre, hasta alcanzar una tasa negativa del 2,3% interanual, muy superior a la caída del 0,2% registrada en el tercer trimestre. Ese desplome -muy intenso en el caso de bienes duraderos como automóviles- es fruto de la reducción de renta padecida por las familias. Detrás de esa evolución está el paro. El empleo, medido en términos de puestos de trabajo a tiempo completo, se redujo un 3,1%, cifra equivalente a la destrucción de 602.000 puestos de trabajo a tiempo completo en un año.

La inversión también intensificó su contracción, y creció en tasas negativas del 4,1% al 9,3%. Su derrumbe fue muy acusado (10,9%) en la construcción, sector en el que las peores cifras fueron para el segmento de la vivienda, que cayó un 19,6% debido al descenso en las promociones de proyectos residenciales. La obra en infraestructuras y edificios no residenciales experimentó un retroceso del 1,4%. La inversión en bienes de equipo -los usados para producir otros bienes- cayó un 9,7% por los descensos de la producción industrial y del volumen de negocio de este segmento.

La demanda exterior neta de la economía mejoró 1,2 puntos su contribución al PIB trimestral, y pasó de 1,1 a 2,3. Las exportaciones registraron una contracción del 7,9% debido a la caída de la demanda en los países de destino.