El 'remedio' Abel no le sirve al Atlético para vencer en el Vicente Calderón

Abel afrontaba con entusiasmo su vuelta al Vicente Calderón, pero la felicidad no pudo ser completa y tuvo que conformase con un empate ante un Getafe que no perdió la cara al encuentro en ningún momento. Los nuevos bríos del técnico toledano no surtieron efecto en su casa. El Atlético lleva dos meses sin ganar en su feudo, y este domingo perdió una gran oportunidad de acercarse a la Champions.

Sin embargo, la era Abel sí se nota en el estilo de juego del Atlético. El equipo tiene las líneas mucho más juntas, lo que facilita la presión en el mediocentro. Assunçao y Raúl García parecen mucho mejores jugadores sólo porque ahora, roban más balones y están más cerca del contrario. La zaga colchonera también está más adelantada. Esto provocó que los delanteros azulones cayeran en fuera de juego, pero tiene el inconveniente de que cualquier balón del Getafe al espacio, daba la sensación de peligro. Además, los arietes visitantes se encontraron con un muro infranqueable: Pablo. El central manchego, repudiado por sus flirteos merengues, rindió a un nivel altísimo. Rápido en los cruces, firme en la colocación y seguro en los marcajes, el albaceteño se reconcilió con el Vicente Calderón, que le ovacionó en varias ocasiones.

Pese a las buenas maneras locales, fue el equipo del sur madrileño quien golpeó primero. Albín remató al larguero un buen córner. Los pupilos de Víctor Muñoz tenían la lección aprendida y los puntas dificultaban el arranque de la jugada colchonera.

El Atlético estaba motivado, sabedor de que la victoria le auparía a los puestos de Champions. Las ocasiones locales no llegaban, y el Getafe se aproximaba más al área de Leo Franco. Granero volvió a recordar al gran jugador de la temporada pasada. Incisivo, con pases al hueco, regateando rivales un regalo a la vista de cualquier aficionado.

En la segunda parte Abel pidió a los suyos calma y cabeza para controlar el partido, lo que éstos confundieron con dormirse en los laureles. La inexplicable apatía local permitió al Getafe adueñarse del esférico aunque sin amenazar el área de Leo Franco, hasta que Albin empató en el 86'.