CELEBRACIÓN

El espíritu de Juan Clat

El obispo de Cádiz y Ceuta bendice la residencia y centro de estancia diurna de la Fundación Fragela en la Casa Viudas

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Hace poco más de un mes empezaron a llegar con sus maletas. En ellas llevaban los recuerdos de toda una vida. Eran cinco el 9 de diciembre. Pero ya son 70 los que ocupan las habitaciones de la residencia para mayores de la Fundación Fragela. Algunos, incluso, regresaban al centro después de tantos años. Los inquilinos, todas mujeres, tuvieron que buscar un lugar donde vivir durante el cierre en 2002 de la residencia. Con el mismo espíritu que Juan Clat Fragela hace dos siglos abrió la Casa Viudas, la fundación ha abierto este espacio para que los mayores dependientes estén cuidados.

Pero este edificio vivirá hoy un día muy especial. A las 18.00 horas el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, monseñor Antonio Ceballos Atienda, presidirá la eucaristía en la capilla restaurada, con el acompañamiento musical del coro de San Francisco. Después procederá a la bendición de la residencia y del centro de estancia diurna.

Han sido tres años los que la Ofician de Rehabilitación de la Junta de Andalucía ha invertido para recuperar este edificio que mandó a construir el comerciante y que fue inaugurada en 1753.

En sus estatutos, el fundador determinó que en esta casa sólo podrían ser atendidas «pobres viudas y doncellas desvalidas y que tengan su habitación, para que por este medio vivan y estén educadas y criadas con la honestidad y recato que corresponde a sus estados, sin la necesidad y desvelo de pordiosear por las calles lo menesteroso para pagar el cuarto que habitan, exponiéndose por este medio a los riesgos y escollos del mundo».

Hasta su reapertura, la Casa Viudas sólo había sufrido una remodelación que se inició en 1989 por el Ministerio de Cultura, y que se vio afectada por la explosión de una bombona de butano.

El proyecto, además de la recuperación del edificio, ha permitido la adecuación del centro a las nuevas necesidades. Se ha instalado, en la planta baja, la cocina, un amplio comedor, una enfermería, farmacia, sala de rehabilitación, una habitación con ordenadores, el salón de actos y la sala de visitas.

En la primera planta se encuentran las habitaciones, todas con baño, a las que se puede acceder a través de las escaleras o por uno de los cuatro ascensores instalados en el edificio. En el piso superior está a disposición de los usuarios un solarium.