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La provincia cierra 2008 con 147.655 parados y todos los sectores deteriorados

Cádiz sumó durante los pasados doce meses casi 40.000 demandantes de empleo más

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El mercado laboral de la provincia de Cádiz tiene el semblante serio, sombrío y cansado. Está sentado en el banquillo de los culpables, imputado por haber desatado una epidemia de paro masivo en todo el territorio gaditano. La última lista del fiscal, actualizada ayer por el Ministerio de Trabajo, computa nada menos que 147.655 desempleados a 31 de diciembre de 2008, una cifra que no se recordaba por aquí desde la anterior recesión de mediados de los noventa. No respetaste ni las fiestas, le espeta el abogado de la acusación.

Y continúa con su casi interminable ristra de delitos: Sólo en el último mes, fueron 4.106 los gaditanos que se dieron de alta como demandantes de empleo en una de las oficinas de la Junta, sumando un 2,8% más a la nómina que se había quedado a finales de noviembre. Pero diciembre importa mucho más, es un agravante en toda regla porque se trata del cierre de un ejercicio. ¿Y cuál fue la obra del paro durante todo el 2008? Un reguero de 39.023 afectados, un 35,92% por encima de la cifra con la que había iniciado el año.

En su camino, no ha importado si se encontró con hombres o mujeres, menores o mayores de 25 años. El cómputo final, el de 12 largos meses, deja en la cuneta a 69.832 ex empleados en Cádiz y a 77.823 ex trabajadoras (18.386 jóvenes y 129.269 adultos).

Tampoco hubo distinciones de procedencia ni de condición en las tropelías del acusado: absolutamente todos los sectores engrosan sus filas. La que más es la construcción. Ya se sabía, proclama el fiscal: se trataba de un sector demasiado débil, demasiado expuesto y, a las primeras de cambio, ha pagado las consecuencias. Con la última campanada de 2008, se registraban 30.917 demandantes de un puesto de trabajo en esta actividad, un 80,87% más que en el mismo momento de 2007. Lo más grave, incluso peor que el hecho de que casi se haya duplicado la cifra, es que aún en diciembre se fueron al paro 3.508 albañiles o peones de obra. Es decir, que la herida dejada por el desplome del ladrillo sigue sangrando. Y mucho.

¿Y qué me dices de los servicios? pregunta elevando el tono el fiscal. El turismo sirvió de cómplice durante el verano, cuando consiguió mantener a raya lo que en otras provincias era un cataclismo. Sin embargo, pasó la temporada alta y el sector terciario finalizó 2008 con 16.358 desempleados más que 2007.

Eso sí, admitamos del mismo modo que la campaña de Navidad, con sus contrataciones de última hora, sus mozos a media jornada, sus cajeras de refuerzo, sus empaquetadores de ocasión y sus papa noeles de esquina alivió ligeramente las cifras en el duodécimo mes (sólo 180 personas de más en el INEM en relación a noviembre en toda la provincia).

Exactamante idéntico impacto positivo han supuesto las fiestas para aquellos que nunca han disfrutado de un trabajo remunerado, ésos a los que la estadística oficial llama «sin empleo anterior», habla por fin la defensa del mercado laboral gaditano. Curiosamente, fue el único sector donde se recabó un tímido descenso en el paro, de 427 personas en Cádiz y notable en el resto de España. ¿Y eso? Los puestos de pocas horas que genera la Navidad son muy dados a recoger a primerizos. Del mismo modo, alguna empresa que otra aprovechó los últimos días del año para contratar a un joven y así sanear el apartado de ayudas. A este respecto, y a modo de testigo de la acusación, la UGT gaditana censuró que se hayan creado puestos «a costa del despido de aquellos trabajadores de cierta antigüedad en las empresas». No hay piedad cuando se trata de un juicio tan serio.

La piedad, precisamente, es lo que sobra cuando, ya al final del alegato, el fiscal recuerda el propósito de enmienda que dijo que cumpliría la economía de Cádiz en 2008. Se prometió, por ejemplo, que la industria sería el nuevo motor de la Bahía. Hoy, el sector secundario no sólo no ha restañado las heridas de los demás, sino que tiene un 13% de parados más que hace un año (eso, sin contar con los 1.500 ex trabajadores de Delphi que fueron sacados de la estadística en febrero al pasar a un estadio formativo por el que no deben aparecer como demandantes de empleo pese a que sigan cobrando como tal). Si se aplicara a la ecuación los operarios de la antigua multinacional, el incremento del desempleo en esta rama habría sido de un 30%, en la línea de los demás.

Al no contar ni la agricultura, el verdadero drama se sitúa ahora en el futuro. ¿Qué puede salvar a la provincia? El acusado se encoge de hombros: Él seguirá a lo suyo durante varios meses más.