SOSPECHA. El congresista Jesse Jackson en su despacho del Capitolio en Washington. / AP
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Doble engaño en Illinois

Jesse Jackson Jr. ha usado dos barajas en su relación con Blagojevich

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El congresista Jesse Jackson Jr., copresidente de la campaña de Obama, dijo la semana pasada haberse quedado «entristecido y en estado de shock» al enterarse de que el gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, había sido detenido tras intentar vender el escaño vacante que deja presidente electo en el Senado. Pero si como se reveló el martes él mismo había estado colaborando con la fiscalía, ¿a qué venía tanta sorpresa?

Todo indica que el hijo mayor del reverendo que fundó la Raimbow Coalition y fue el primer afroamericano en aspirar a la Casa Blanca ha aprendido tanto de política que ahora juega con dos barajas. Una de las últimas visitas que tuvo el gobernador antes de ser detenido fue la de Jackson Jr, que la víspera se había reunido con él durante hora y media, precisamente para discutir su interés en el cargo vacante, que según la ley de Illionois deberá asignar el gobernador.

De por sí costaba creer que quien había discutido tan alegremente por teléfono el precio del asiento, entre improperio e improperio, no le hubiera pedido nada al que consideraba su mejor oportunidad para colocar el escaño. Pero ahora que se sabe que ya intentó venderle un cargo para su esposa en 2002, el escepticismo es inevitable.

En aquella ocasión, el congresista fue directamente a la fiscalía, y al parecer, ha seguido haciéndolo durante años. Recién elegido al cargo, Blagojevich propuso a la mujer de Jackson para dirigir la lotería del estado, convencido de que éste le recompensaría económicamente por ello. Como no lo hizo, se lo dio a otro, y luego se encargó de hacerle saber que su mujer no había conseguido el puesto «porque no había hecho una contribución de 25.000 dólares (17.000 euros) a su campaña», dijo uno de sus socios a la agencia Associated Press.

Tras su pista

Esta vez los seguidores de Jackson Jr. estaban dispuestos a recaudar para el gobernador millones de euros a cambio del asiento senatorial, según las conversaciones interceptadas por la fiscalía, con la que el congresista lleva cinco años colaborando, de modo que cuando se sentó con el gobernador para mostrarle su curriculum y convencerle de que le nombrase sustituto de Obama en la Cámara Alta, ya sabía que estaban tras su pista, aunque nadie esperaba que el FBI le arrestase a la mañana siguiente.

«Los detalles de este escándalo de corrupción son impresionantes y me han dejado con la boca abierta», dijo la semana pasada Jackson Jr. en conferencia de prensa, cuando el diario 'Chicago Tribune' le identificó como «el candidato 5» de las transcripciones. «Si estas acusaciones son ciertas, estoy horrorizado con el nivel que el juego de 'pagar por moverse' ha alcanzado en el estado de Illinois».

Jackson no dio ayer ninguna conferencia de prensa para controlar el golpe de credibilidad que provocan estas nuevas revelaciones. Con todo, sus asesores indicaron que todavía confía en obtener el asiento al Senado de su colega Obama porque no cree que haya hecho nada malo.