CULTIVO. Manuel Iglesias muestra el estado de su huerto. / A. R.
Ciudadanos

«La lluvia moderada ha sido clave para la tierra»

Manuel Iglesias cuenta como las heladas de las últimas noches «retrasan un poco el crecimiento de las plantas»

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Las lluvias de los últimos días y las heladas han afectado a las cosechas que se dan en la provincia, aunque los agricultores destacan que «las precipitaciones producen infinitamente más beneficios que pérdidas», asegura un pequeño agricultor bornense, Manuel Iglesias. «El agua, tal y como ha llegado en los últimos días, la consideran esencial para el presente y el futuro del campo».

Un largo periodo de sequía, como el que estamos viviendo, provoca que la tierra se encuentre muy seca y «todo lo que llueve se va a la zona baja de la tierra, por debajo incluso de las raíces», asegura Iglesias, por lo que «la planta no toma bien dicha agua al poco tiempo de llover, porque se vuelve a secar la tierra».

Actualmente se está comenzando a sembrar el trigo, la remolacha o la avena, entre otros productos, y a éstos le benefician las precipitaciones, siempre que se produzcan de manera moderada. No obstante, a todo tipo de cultivos lo que le perjudica es que produzcan lluvias torrenciales y en pocos minutos caigan muchos litros porque «eso hace que se lleve la tierra donde realmente se cultiva, a unos 15 centímetros de profundidad, e incluso las plantas», asegura Manuel Iglesias. Esto fue lo que sucedió a principios de noviembre en la campiña jerezana y la zona de Arcos que provocó importantes pérdidas en la agricultura de la zona. Por el contrario, cuando las precipitaciones son moderadas y continuas eso provoca innumerables beneficios al campo.

El agua también juega un papel fundamental en la agricultura, además de ser el sustento principal de la planta, ya que permite el control de las plagas que afectan a los cultivos, al matar a los bichos que afectan a los mismos.

Otro factor que puede afectar a las plantaciones es el de las bajas temperaturas. Las heladas provocan que las plantas se quemen un poco y que su desarrollo se retrase unos días. No obstante, el daño que se le produce a la cosecha depende del momento de crecimiento en el que se encuentre el cultivo. Si está recién sembrado, los daños pueden ser irreparables, pero si el fruto está crecido, lo único que ocasiona es que atrasa unos días su desarrollo.

Para combatir estas bajas temperaturas, los agricultores emplean el uso de nitratos aunque la agricultura ecológica y los agricultores de pequeños huertos, en la mayoría de los casos, prefieren usar abonos naturales.

Entre la agricultura a gran escala, por llamarla de algún modo, y los pequeños huertos se encuentran grandes diferencias. Entre ellas, en estos últimos se siembran todo tipo de cultivos, excepto aquellos que necesitan mucho del calor del verano, como son el tomate o los pimientos, por ejemplo. Por lo que podemos encontrar lechugas, ajos, cebollinos, patatas, etc. Cultivos todos que se han beneficiado de las precipitaciones que se han producido en los últimos días.