Cien ex presos de ETA acusan al Gobierno de prolongar el conflicto del País Vasco

El frontón de la localidad guipuzcoana de Usurbil fue el escenario escogido por el movimiento pro amnistía para criticar el acercamiento al País Vasco de presos históricos que en los últimos tiempos se han pronunciado públicamente contra la lucha armada y el alejamiento de los considerados «duros» y fieles a la ortodoxia terrorista.

Los ex presos etarras interpretaron que esas medidas persiguen «la división dentro de los presos políticos» y «responden a la decisión de alargar sin fin el conflicto». «Lejos del reconocimiento de los derechos de los presos y su carácter político, están llevando una estrategia para la aniquilación del colectivo», señalaron. También criticaron el «castigo» que sufren los familiares que tienen que recorrer «cientos» de kilómetros para realizar «cortas visitas» a los penados.

Tras una pancarta en la que se leía 'Amnistía, libertad', cien ex presos de ETA difundieron un comunicado leído en euskera y castellano en el que reclamaron una «solución dialogada y política» al denominado «conflicto político» vasco y apostaron por «aprovechar el capital político de los presos» de la banda terrorista en ese proceso.

Tras denunciar que las cárceles son «herramientas y máquinas para destruir personas», lamentaron que al menos 11 presos permanecen en prisión a pesar de padecer «graves enfermedades» por lo que sufren una «pena de muerte encubierta».

Los ex presos se quejaron de que el conflicto «se está alargando demasiados años», defendieron una solución «dialogada y política» y se comprometieron a «trabajar para hacerla posible cuanto antes». Como condición para el fin de la violencia demandaron «el reconocimiento del carácter político» de los presos y «la vuelta a casa» de los encarcelados.

Del pasado

Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró ayer que el diálogo con ETA corresponde a «un pasado que ya no va a volver». Señaló que la banda desaprovechó «las tres oportunidades» que tuvo de acabar como el IRA y auguró que, en cambio, «acabará como el GRAPO».

Durante un acto en Cádiz, el ministro de Interior rechazó la insinuación de Esperanza Aguirre de que el Gobierno tiene «una nueva intención de negociación» y aseguró que «a estas alturas todo el mundo debería tener claro que el diálogo con ETA forma parte de un pasado que ya no va a volver».

Pérez Rubalcaba señaló también que el Ejecutivo «está aplicando todas las leyes y todas las medidas» a su disposición para desalojar a ANV de forma definitiva de las instituciones, «y vamos a seguir así», añadió.