GOLOSOS. María José Valencia, Federico Pérez Peralta y Jaime Castro ayer en la Diputación. / O. CH.
Sociedad

'¿Qué rico Dios mío!' concentra desde hoy los mejores dulces de los conventos de Cádiz

Tres toneladas de delicias elaboradas por las monjas de la provincia se venderán a partir de esta tarde en el Claustro de la Diputación Provincial Nueve órdenes de clausura ponen a disposición sus recetas de Navidad

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Mantecados, pestiños, alfajores, amarguillos, yemas, hojaldrinas, mazapán, roscos, sultanas... El infierno de los dietistas abre sus puertas esta tarde a las 18.30 en la Plaza de España de Cádiz. En el claustro de la Diputación Provincial abre sus puertas un año más la Muestra Gastronómica de Productos de Conventos de Clausura de la Provincia.

¿Qué rico Dios mío! es el acertadísimo título del evento en el que las monjas de nueve conventos sacarán a la luz y a la venta de miles de golosos las delicias que han amasado durante el año para la Navidad.

La prensa pudo disfrutar ayer tarde de una pequeña muestra de lo que se podrá degustar a partir de mañana en una presentación a la que asistieron el vicepresidente de Diputación, Federico Pérez Peralta, el presidente de Ifeca, Jaime Castro y la vicepresidenta del Instituto de Empleo, Desarrollo Socioeconómico y Tecnológico de Diputación, María José Valencia.

Participan auténticos templos del postre como las Agustinas Ermitañas de Sanlúcar, las Franciscanas Clarisas de Jerez o las Carmelitas Descalzas de Cádiz. Según los organizadores, las monjas gaditanas traerán hasta la Plaza de España tres toneladas de los dulces más tradicionales de la Navidad de la provincia. Puede parecer una cantidad enorme, aunque en anteriores ediciones las azucaradas existencias «nunca ha llegado al tercer día», dijo María José Valencia. Por esa razón, Pérez Peralta animó a los interesados a no dejar pasar la oportunidad y acudir a la cita entre hoy y las primeras horas de mañana sábado para no quedarse sin una de las 97 especialidades

«Todo esto se arreglaría con seis toneladas en lugar de tres», dijo Pérez Peralta que aludió a la avanzada edad de muchas de las monjas gastrónomas que «están muy mayores».

apaolaza@lavozdigital.es