El primer ministro irlandés, Brian Cowen (izquierda), junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. /Efe
cumbre en bruselas

El Consejo Europeo aprueba que Irlanda celebre un nuevo referéndum sobre el Tratado de Lisboa

Se celebrará antes de noviembre de 2009, y a cambio la Comisión Europea no se reduce aún y seguirá teniendo un miembro por país

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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Los líderes de la Unión Europea (UE), reunidos en el Consejo Europeo, han aprobado formalmente el plan acordado ayer para que Irlanda celebre un nuevo referéndum de ratificación del Tratado de Lisboa antes de noviembre de 2009 a fin de desbloquear la reforma institucional de la Unión. La cumbre comunitaria ha respaldado el acuerdo alcanzado ayer, con cambios mínimos en el texto, según fuentes comunitarias.

El acuerdo entre los Veintisiete establece que el Gobierno irlandés "se compromete a tratar de conseguir la ratificación del Tratado de Lisboa antes del final del mandato de la actual Comisión", en noviembre de 2009. A cambio, "siempre que entre en vigor el Tratado de Lisboa", la UE decidirá que la Comisión Europea (CE) siga teniendo un miembro por cada país comunitario.

El Tratado prevé que la CE se reduzca en número a partir de 2014, a fin de mejorar su eficacia, de forma que haya un número de comisarios igual a dos tercios del total de Estados miembros (lo que equivale a 18 en la UE de los 27), que se elegirían por un principio de rotación igual entre los Estados miembros.

Sin embargo, la posibilidad de perder a "su" comisario fue uno de los puntos más sensibles en la campaña del referéndum irlandés de junio pasado en que se rechazó el texto. La solución de no recortar el número de comisarios no gustaba a bastantes países europeos, ya que la CE no es una institución de representación nacional, pero finalmente se consideró un precio aceptable si ello permite que Irlanda ratifique el Tratado, una cuestión prioritaria, señalan varias fuentes diplomáticas.

Además, la cumbre de la UE se compromete a "garantizar" que Irlanda mantendrá su política de neutralidad y que el Tratado de Lisboa no afecta ni a sus leyes sobre la familia y el derecho a la vida ni entra en las competencias fiscales de Dublín. Estas preocupaciones se tratarán para "mutua satisfacción" de la UE y de Irlanda a condición de que Irlanda contraiga el compromiso de ratificar el Tratado para noviembre de 2009.

España, ¿última presidencia rotatoria?

El documento lisboeta señala que entrará en vigor el primer día del mes siguiente al del depósito del instrumento de ratificación del último Estado que cumpla el trámite, lo que sitúa la fecha prácticamente en el 1 de enero de 2010, cuando se inicia la próxima presidencia española de la UE.

Además, habría que elegir también al presidente del Consejo Europeo, algo que no se puede hacer antes de la conclusión de las ratificaciones. Si se cumple ese calendario, España podría ser el último país de la UE en presidir todas las sesiones ministeriales y cumbres comunitarias, según el plan aprobado.

La adopción del plan supone que las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2009 se realizarán según la fórmula del Tratado actualmente en vigor, el de Niza. España y otros once países tenían asegurado en el Tratado de Lisboa un aumento del número de Eurodiputados (en el caso español pasaba de 50 a 54), por lo que el acuerdo establece una solución: se arbitrarán medidas para que esos legisladores extra asuman tras entrada en vigor del texto.

Los Veintisiete también acordaron comenzar a debatir la composición de la nueva CE, especialmente la de su presidente, "sin demora" tras las elecciones europeas de junio.