biografía

Antonio Miguel Oliver Villanueva

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Antonio Miguel Oliver Villanueva, nació en Palma de Mallorca en 1901.

Se presentó a la convocatoria de empleo de la Dirección general de Correos, para el puesto de oficial de telégrafos, obteniendo la plaza, una vez examinado en Madrid, a principios de 1921. Llegó a Jerez, en 1922 para hacerse cargo de la plaza de oficial de telégrafos que había obtenido.

Se casó en 1933 con la jerezana Mª Consolación Lagos Fernández.

Se afilió al partido Izquierda Republicana en 1935. La primera vez que aparece en un acto político sería el domingo 12 de enero de 1936, en un mitin que dio su partido en el teatro Eslava. En este acto, cuya presidencia estaba ocupada por el ex alcalde Francisco Germá, Manuel Muñoz (diputado a Cortes), Juan Mª Aguilar, y Manuel Vázquez Moro, pidieron el voto para “cambiar de una vez por todas los malos designios del país que se encontraba en total bancarrota.”

En las elecciones del 16 de febrero de 1936, el Frente Popular, alcanzó el triunfo, siendo elegido alcalde Francisco Germá Alsina.

No obstante, el 13 de marzo, una nueva designación interna de concejales dio como resultado el nombramiento de Antonio Oliver como alcalde de la nueva Comisión Gestora Municipal. Este mallorquín, residente en jerez desde 1922, oficial mecánico de telégrafos y que hacía relativamente poco tiempo que había aterrizado en política, se había granjeado la confianza de sus compañeros.

De lo más destacado de su corta gestión al cargo del consistorio jerezano, destacamos varios asuntos:

•En su vertiente humana y conciliadora, lo hayamos en la mediación de conflictos laborales. Afiliado a la organización sindical Unión de Empleados de Escritorio, afín a la UGT, medio en un agrio y polémico debate que mantenía este sindicato con el de la Asociación de Empleados de Casas Vinateras, con el objeto de que se fusionaran y crearan una asociación fuerte para conseguir unas buenas bases de trabajo.

•En el plano político, serían dos reuniones importantísimas que mantendría con las fuerzas sociales y políticas, lo que demuestra el interés que mantuvo por solucionar los gravísimos problemas de la ciudad.

La primera, tuvo lugar en Madrid, el 1 de junio, donde se desplazó con una comisión formada al efecto, con el objetivo de entrevistarse con las autoridades republicanas y buscar soluciones a los problemas de la ciudad, como el paro, la falta de escuelas, los impuestos vitivinícolas, etcétera, regresando con un balance positivo a Jerez.

La segunda, tuvo lugar el 12 de Julio en la Diputación de Cádiz, donde se reunían la mayoría de alcaldes de la provincia, con el objeto de buscar soluciones a la calamitosa situación por la que atravesaban los obreros gaditanos.

Todo se trunco, no obstante, cuando en la madrugada del 19 de julio Antonio Oliver se vio forzado a entregar el bastón de mando de la alcaldía a los golpistas, que por medio del comandante Arizón se habían sublevado y tomado la ciudad.

Como dato a destacar, de nuestro último alcalde republicano, reseñar que le hizo firmar al capitán Mínguez, que fue quien se personó para hacerse con la Casa Consistorial, un acta en la que dejó escrito:

“que aunque le consta la lealtad de las fuerzas de asalto y seguridad, opta por no resistirse para evitar derramamiento de sangre y una resistencia inútil, dado el escasísimo número de fuerzas de seguridad y asalto, y agrega, que entrega la alcaldía a la fuerza”.

Cuentan algunos testimonios, que a mediados de agosto, el Comandante Arizón le visitó para informarle que “se le acusaba de haber cursado un telegrama a Azaña”.

La noche del 24, lo llevaron a la tapia del cementerio, junto al pino grande, allí le mataron. Recibiendo un disparo en la pierna, aunque posteriormente fue rematado en el suelo y abandonado su cadáver. Cuenta la familia, que el cuerpo fue hallado por el guarda del cementerio, que avisó inmediatamente al suegro del difunto Oliver. Lo enterraron en la tumba de unos amigos, donde aún permanece.