RIESGO. Una madre enseña a su hija a subir las escaleras. / LA VOZ
Sociedad

Cómo actuar ante los accidentes más frecuentes

Si se producen vómitos tras ingerir tóxicos hay que recoger una muestra para analizarla

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Entre las medidas de prevención más eficaces destaca la de tener a mano un botiquín de primeros auxilios en el que los medicamentos no estén caducados.

ENVENENAMIENTO

Lo primero es identificar el veneno y solicitar asistencia médica. Si la víctima está inconsciente, averigüe qué es lo que tomó. Recoja cualquier botella sospechosa que se encuentre a su alrededor. Trate de fijar la hora en que se produjo la ingestión, así como la cantidad tomada. Si está consciente, procure hacerle vomitar el veneno, salvo que se trate de un líquido corrosivo (ácido, alcalino, petróleo...) porque el esófago, abrasado por el producto, se quemaría de nuevo. Enjuáguele la boca y el contorno de los labios con agua, pero no le dé nada de beber. Si se producen vómitos, recoja una muestra para que pueda ser analizada. Vigile en todo momento su pulso y la respiración hasta que llegue el médico.

ELECTROCUCIÓN

Se produce como consecuencia del paso de la corriente eléctrica a través del cuerpo humano, y puede provocar la muerte. En primer lugar hay que cortar la corriente. Para ello se puede desconectar el interruptor general del contador. Mientras no logre desconectar la corriente, debe abstenerse de tocar al afectado. Una vez cortado el fluido eléctrico, si la respiración y el corazón se hallan paralizados, hay que actuar con rapidez y efectuar un masaje cardiaco y respiración boca a boca.

QUEMADURAS

Pueden producirse por diversas causas: fuego, electricidad, líquidos o materiales muy calientes, vapor y productos químicos corrosivos. Su gravedad depende de la zona dañada y de su extensión. Es habitual que aparezcan ampollas, enrojecimiento o capas de piel destruidas a medida que aumente la intensidad. Si la víctima se halla envuelta en llamas, debe envolverla con una manta o con ropa, siempre que no sea sintética. Una vez apagado el fuego, no quite las ropas y rocíe la parte quemada con agua fría para bajar la temperatura. Pero si el accidentado se ha escaldado con líquidos calientes o sustancias corrosivas, es conveniente quitarle la ropa y lavar con abundante agua fría durante diez minutos. No hay que frotar la piel porque podría dañarla aún más.

INGESTIÓN DE UN OBJETO

Los niños, sobre todo a ciertas edades, tienden a llevarse todo lo que tocan a la boca. Una mala práctica que ocasiona numerosos accidentes, cuya gravedad depende de la naturaleza del objeto ingerido. Si es liso, pequeño y redondo, puede seguir una dieta normal, vigilando las deposiciones para asegurarse de su expulsión. Si se trata de un niño menor de dos años, hay que avisar al pediatra. También debe acudir al médico, y lo más pronto posible, si el objeto es puntiagudo o si ha pasado a los pulmones. En cualquier caso, el menor no debe comer ni beber nada. No hay que golpearle en la parte alta de la espalda porque sólo se conseguirá que el objeto se instale más adentro.

Cuerpos extraños en la nariz o las orejas. Si el objeto que ha penetrado en la nariz es pequeño y liso, bastará con que acerque un poco de pimienta a las fosas nasales para provocar un estornudo que haga expulsar el objeto extraño. Si lo que se introduce en el oído es un insecto, puede intentar sacarlo mediante unas gotas de aceite de oliva, lo que paralizará los movimientos del insecto y facilitará su expulsión. Si el aceite no da resultado o se trata de cualquier otro objeto, no intente extraerlo, pues podría dañar el oído. Avise al médico.

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