Zapatero, durante su intervención en el foro organizado por The Economist. /Efe
MOVIMIENTOS EN UN SECTOR ESTRATÉGICO

Zapatero descarta una intervención pública en Repsol o Sacyr

La Caixa y las entidades acreedoras de Sacyr (Santander, Caja Madrid, Citigroup y Calyon) se volverán a reunir para negociar las condiciones del préstamo a Lukoil

MADRID Actualizado: Guardar
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La operación de Lukoil para entrar en Repsol está todavía en el aire. La Caixa y las entidades acreedoras de Sacyr (Santander, Caja Madrid, Citigroup y Calyon) se han vuelto a reunir para negociar las condiciones del préstamo a la rusa. En el Gobierno hay varias voces: los que piden que Repsol siga siendo española, como señalaba ayer mismo el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y los que se conforman con que la dirección siga en manos españolas, como señaló la vicepresidenta Fernández de la Vega tras el último Consejo de Ministros. También en el PSOE hay quien apuesta claramente por la intervención gubernamental.

Todo lo contrario es lo que ha dicho el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha descatado "absolutamente" que vaya a haber una intervención pública o una toma de participaciones en la petrolera hispano-argentina o en Sacyr por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para evitar la entrada de la rusa Lukoil.

En rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa junto al presidente panameño, Martín Torrijos, Zapatero ha insistido en que Repsol YPF y sus accionistas de referencia son empresas privadas y que, si tienen problemas o hay cambios, la respuesta debe ser también empresarial. Zapatero ha atribuído esas posibles divergencias surgidas sobre la operación en el Gobierno o en el PSOE a falta de información.

Previamente, y sin entrar en el caso concreto, el presidente había insistido en que en la economía "hay que intervenir lo justo". Además, se desmarcaba de cualquier medida proteccionista: "Descreo en el proteccionismo, es un elemento de retroceso". Sin citar a Repsol o Lukoil durante unas jornadas organizadas por el diario económico The Economist, el jefe del Ejecutivo ha asegurado que "en el horizonte" no hay ninguna "señal de alarma" sobre el suministro energético, cuya seguridad y garantía, apuntaba, es una prioridad para el Gobierno. Para garantizar ese suministro, Zapatero ha destacado que el Ejecutivo está llevando a cabo acuerdos con otros países para facilitar las interconexiones (en el caso de Francia) y favorecer la presencia en los distintos mercados. Además, se está mejorando la interlocución con aquellos países "que tienen la suerte de ser los auténticos productores de energía".

Entre su auditorio le escuchaba el presidente de Sacyr, Luis del Rivero. El grupo de construcción y servicios considera actualmente la posibilidad de vender la participación del 20% que tiene como primer accionista de Repsol YPF, en la que estaría interesada la rusa Lukoil.

El jefe del Ejecutivo ha participado junto al vicepresidente económico, Pedro Solbes, en el foro de The Economist. En ese escenario, Zapatero ha resumido las medidas que ya ha adoptado su Gobierno para superar la crisis y ha adelantado que la inflación se situará en el 2,5% en noviembre y será "menor" en diciembre, lo que explica que la perspectiva para 2009 de encarecimiento de precios también sea más reducida.

Confianza e inversión en tiempos de crisis

Durante su intervención, el presidente ha apuntado que "en los próximos tiempos" la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) "sólo" puede entenderse como "política de estímulo de la demanda". De ese modo, confía en que las decisiones del BCE faciliten la disponibilidad de renta de las familias y empresas y contribuya así a la recuperación del consumo, que ha insistido, está facilitado por la confianza. No le falta al presidente: "Soy optimista sobre el futuro de la economia y el bienestar de España", ha apuntado tras dar por hecho que nuestro país "va a seguir siendo muy atractivo para la inversión extranjera".

El jefe del Ejecutivo insistía en que en la medida en que haya más confianza en que esta crisis se va a vencer, "y se va a vencer bien", se adelantarán todas las posibilidades que hoy tenemos para que el periodo "más difícil dure lo menos posible", sin dejar de ser conscientes de "la magnitud de lo que tenemos enfrente".

Pocos anuncios ha dejado esta intervención de Zapatero porque el jueves tiene previsto presentar en el Congreso nuevas medidas contra la crisis. Únicamente ha anunciado que el plan de inversión pública que pondrá en marcha el Gobierno para estimular la demanda se extenderá a 2009 y 2010.

Según ha explicado, la estrategia del Gobierno irá dirigida a reactivar la economía, a estimular la demanda fiscal y a incrementar la inversión en innovación, productividad, energía, infraestructuras y educación. Como ha había admitido la pasada semana, este martes ha vuelto a dejar ver que se podría superar el 3% del déficit del Estado si se quieren poner en práctica estas recetas. Hasta octubre, las cuentas públicas arrojan un saldo negativo del 0,78% del Producto Interior Bruto. Los números rojos son ya de 8.585 millones de euros.

El 3% de déficit es el límite que establece el Pacto de Estabilidad de la Unión Europa. Pese a que el Ejecutivo comunitario ha insistido en los últimos días en que ese tope hay que respetarlo, Zapatero ha apuntado que se puede superar en "situaciones excepcionales" y que sólo se rebasará de manera "coyuntural".