Rajoy denuncia el «favoritismo gubernamental» en el 'caso Lukoil'

El Partido Popular no ha dejado de ocultar que está en contra de la posible entrada de Lukoil en Repsol y que quiere que el Gobierno evite la oepración porque afecta a un sector estratégico y puede poner en peligro el suministro energético de España. Lo ha vuelto a repetir el jefe de los 'populares', Mariano Rajoy, que ha asegurado que en la búsqueda de una solución al intento de la petrolera rusa sale a relucir "la falta de transparencia e incluso el favoritismo gubernamental".

En el marco de un ciclo de conferencias organizado por la revista The Economist, Rajoy ha subrayado que una empresa petrolera con "vínculos" con un Gobierno, el ruso, que "no es socio económico ni aliado estratégico", tiene grandes posibilidades de hacerse con el control de una compañía, Repsol, que representa el 40% del sector energético español.

Toda la operación, a juicio del líder popular, pone de manifiesto que "se ha especulado demasiado, se han cometido muchos excesos y se han superado demasiados límites", por lo que en la "hipotética solución" a los intentos de Lukoil "se reproducen", entre otros factores, "la falta de transparencia e incluso el favoritismo gubernamental".

Petición de comparecencias

El PP pretende que la presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Maite Costa, comparezca en el Congreso para aclarar los riesgos que para la garantía del suministro energético supondría la operación. Además, según ha anunciado en rueda de prensa la portavoz del grupo parlamentario popular, Soraya Sáenz de Santamaría, esta formación solicitará la comparecencia parlamentaria del presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, para explicar el papel de este organismo en los movimientos sobre Repsol.

Sáenz de Santamaría ha anunciado también una tercera solicitud de comparecencia, la del presidente del Instituto de Crédito Oficial (CIO), Aurelio Martínez, para dar explicaciones sobre la concesión en 2006 de un crédito de 350 millones de euros a la constructora Sacyr para que entrara en el capital de Repsol YPF.

Estos requerimientos forman parte de la ofensiva parlamentaria que el grupo popular ha emprendido ante la posibilidad de que Lokoil se haga con el control de la petrolera hisoano-argentina.