PORTE EQUINO. Tocados y movimientos de aires ecuestres. / CRISTÓBAL
Sociedad

Elegante fuerza animal

El diseñador Roberto Diz realiza en Jerez la presentación internacional de su nueva colección, 'Eqqus'

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Fue algo más que un desfile de moda al uso. Mucho más que una experiencia comercial, que un evento cultural o el acto en el que se dan cita los grandes apellidos de la sociedad. La presentación internacional de la nueva colección del diseñador Roberto Diz para este otoño-invierno, que puso a la ciudad de Jerez en el centro de todas las miradas de los principales expertos en tendencias, se convirtió en un espectáculo para todos los sentidos.

Con Eqqus (My lover is a horse) -un nombre de más que evidentes referencias a la obra de Peter Shaffer-, Diz volvió a sacar a la palestra su lado más oscuro e interesante, ése en el que anidan sus obsesiones y las referencias más sensuales, para crear una colección inspirada en la fotografía de Helmunt Newton, pero también en el mundo del caballo. De la mano de este nuevo conjunto de creaciones, el diseñador hace un guiño a la ciudad en la que decidió asentarse, desde la que sigue creando estilo y rompiendo esquemas con unos trajes plagados de satenes, tules elásticos, terciopelos, lycras y sedas .

La nota predominante fueron los colores oscuros, las pieles brillantes, la elegancia y los aires equinos en el andar de sus modelos, los adornos en cuero a semejanza de los bocados, los volúmenes y drapeados de algunas piezas mientras que en las siguientes primaba la caída de la tela de unos preciosos vestidos de noche que han salido de la mente de Diz y las exquisitas manos de su equipo.

En total, 33 minutos de presentación y 44 salidas entre las que destacó la novedad de la noche, el giro en la carrera de Diz, que presentó en el marco del Misterio del Tiempo del Museo de La Atalaya su primera línea masculina, robertodiz mensoecity, que sigue las pautas de elegancia e innovación de sus colecciones femeninas, con idénticos acabados. Entre ambas, algunos elementos comunes, como los vistosos bolsos de piel con los que el creador gallego vuelve de nuevo la mirada a la tierra gaditana, ya que han sido confeccionados con maestría por artesanos de Ubrique y Prado del Rey con los que Roberto Diz colabora habitualmente. Tampoco pasaron inadvertidos los tocados y sombreros (de Gesa Keunecke) o los peinados estilizados realizados por el equipo del Grupo Gálvez.

Todos estos elementos guardaron un asombroso equilibrio en el Museo del Tiempo, que se descubrió como un espacio excepcional para dar a conocer esta colección que saltaba a todos los sentidos desde las pantallas gigantes.