El Daily Mirror ha publicado la batalla ganada por la adolescente. /Daily Mirror
batalla por una "muerte digna"

Hannah Jones: «Ya he tenido bastante con tantos hospitales y quería ir a casa»

LONDRES Actualizado: Guardar
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Una adolescente británica de 13 años no tendrá que someterse a un trasplante de corazón, al que querían obligarle las autoridades sanitarias a causa del grave problema de cardiaco que padece. La familia de la menor Hannah Jones ha explicado que las autoridades de protección infantil del condado de Herefordhsire (en el sureste de Inglaterra) han decidido abandonar el proceso legal que se disponían a iniciar ante la Justicia y con el que querían forzar a la adolescente a someterse a la delicada intervención.

La decisión de las autoridades fue tomada después de que Hannah y su familia manifestasen el sufrimiento por el que la adolescente ha pasado tras las numerosas terapias recibidas para tratar una lesión cardíaca que impide que su corazón funcione normalmente. Según los medios británicos, la lesión fue resultado de un tratamiento al que Hannah fue sometida después de que se le diagnosticara una rara forma de leucemia a los 5 años de edad.

En unas declaraciones que publica este martes el diario Daily Mirror, Hannah apunta que los médicos le explicaron el problema, pero ella no quería pasar por más tratamientos. "Ya he tenido bastante con tantos hospitales y quería ir a casa". Los especialistas le habían advertido de que la única solución a largo plazo era pasar por un trasplante, pero que, aún así, corría riesgo de morir durante la intervención quirúrgica.

Su padre, Andrew, de 43 años, ha reconocido que el pasado viernes recibió una llamada telefónica de las autoridades infantiles de Herefordshire para advertirle de que podían retirarle la custodia de Hannah para obligar a la niña a someterse a la operación. Pero el progenitor les convenció de que era importante que hablaran con la niña antes de tomar una decisión ante la Justicia británica.

"Hannah debe haber hecho un buen trabajo para convencerles porque, tras consultar con los abogados, dijeron el lunes que no adoptarían ninguna medida legal", ha señalado Andrew Jones. "Mi mujer y yo acordamos que apoyaríamos a nuestra hija en lo que quisiera hacer. Hannah sabe que puede cambiar de opinión en cualquier momento", apostilla el padre.