Hu Jia ha sido galardonado hoy con el Premio Sájarov 2008. /AP
premio Sájarov 2008

Hu Jia, el defensor de los desfavorecidos

Está confinado en una prisión del norte de China por incitación a la subversión al Estado

PEKÍN Actualizado: Guardar
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Hu Jia, activista político chino premiado hoy con el Premio Sájarov y actualmente encarcelado por "subversión", es un joven de 35 años que empezó luchando tímidamente por la protección de los antílopes y acabó formando un grupo de activistas dedicado a denunciar todas las injusticias que Pekín quiere ocultar.

Hu y su esposa, Zeng Jinyan, burlaron durante años la persecución policial y se reunieron con abogados, peticionarios, periodistas y todo tipo de personas para coordinar las denuncias y peticiones de mayor atención a los problemas "olvidados" para una China obsesionada por el rápido desarrollo.

Nacido en Pekín el 25 de julio de 1973, Hu inició su activismo en la Universidad, mientras cursaba la carrera de Economía, dedicándose en un principio a temas medioambientales y formando parte en los 90 de la ONG Brigada del Yak Salvaje.

En esa organización, dedicada a la defensa del antílope tibetano -animal en peligro de extinción-, empezó a trabajar también para la Organización No Gubernamental Amigos de la Naturaleza y poco a poco se fue interesando también en otros temas fuera del ámbito ecologista.

Enfermo de hepatitis B

En el cambio de milenio se involucró en la prevención del sida dentro del Instituto Aizhixing de Educación Sanitaria, donde criticó públicamente el sistema sanitario nacional y la discriminación gubernamental que durante años sufrieron los enfermos de sida o de hepatitis B.

Hu, enfermo crónico de hepatitis, sufrió esa discriminación, que durante años ha impedido a los afectados por este mal acceder por ejemplo al mercado laboral, mientras los enfermos de sida eran durante los años 90 ocultados por Pekín, que consideraba oficialmente al VIH un virus "del extranjero".

En el año 2003, Hu fue uno de los fundadores y dirigentes de la asociación Loving Source, que defiende los derechos de los enfermos de sida y se ocupa de los huérfanos por esa enfermedad en la provincia de Henan, donde pasó largas temporadas hasta el 2005 asistiendo a campesinos contagiados por transfusiones incontroladas.

La detención en 2002 de su amigo Wan Yanhai, fundador de Aizhixing y acusado de filtrar "secretos de estado" sobre la propagación del sida, llevó a Hu a dar una vuelta de tuerca más en su activismo, con campañas que pedían la liberación de Wan y otros amigos críticos con el sistema.

Perseguido y encerrado

La persecución de las autoridades contra Hu se inició en febrero del 2006, cuando el joven activista estuvo detenido durante 41 días sin que la policía reconociera su arresto ni su familia fuera informada sobre su paradero. Hu acababa de secundar una huelga de hambre en protesta por la brutalidad policial en China.

De agosto del 2006 a marzo del 2007, Hu y su esposa pasaron 214 días bajo arresto domiciliario, lo que no les impidió continuar denunciando su persecución y la de amigos suyos, a través de Internet o el popular blog que entonces escribía Zeng.

En esos días, la pareja grabó el documental Prisoners of the Freedom City, donde relataron la experiencia vivida en siete meses de arresto domiciliario, con teléfonos intervenidos y policías siguiéndoles a todas partes cada vez que salían de casa.

En mayo de 2007, cuando el matrimonio se disponía a efectuar una gira por nueve países europeos, responsables de Seguridad Pública chinos dijeron a Hu que estaban implicados en delitos contra la seguridad del Estado y no podían abandonar el país.

Preso por "incitación a la subversión al Estado"

Ya en septiembre del 2007, ambos habían quedado entre los finalistas del Premio Sájarov. En diciembre, mes en que fue premiado por la organización Reporteros Sin Fronteras, Hu fue detenido por las autoridades y acusado de "incitación a la subversión al Estado", un delito con frecuencia imputado a los disidentes políticos chinos.

Hu, "un padre desempleado" según la sentencia, "difamó el sistema político y social chino e instigó a la subversión contra el Estado". La acusación usó como prueba las entrevistas de Hu a medios extranjeros, en las que el disidente, que siempre estaba dispuesto a hablar sin tapujos delante de la prensa, criticaba abiertamente al Gobierno chino.

Poco antes de ser detenido, Hu había escrito un artículo bajo el título de Los Juegos Olímpicos y la China real en el que pedía mayor presión de la comunidad internacional sobre Pekín por la situación de los derechos humanos en el país.

De religión budista y padre de un niño que nació pocas semanas antes de su detención, Hu tiene problemas para recibir en prisión la atención médica que necesita, según denunció hace unos meses su esposa. Está confinado en la cárcel de Chaobai, de la ciudad norteña de Tianjin, donde comparte celda con otros siete internos y ha sido visitado en varias ocasiones por sus familiares y su esposa.