La ciudad más bella

Las opiniones en cuanto a la belleza de la que presumen los mandatarios indios son unánimes. Chandigarh, la única urbe planificada de la India, creada como símbolo de modernidad de una nueva nación india, tras la división del Punjab en tres estados, es hoy motivo de orgullo para sus ciudadanos. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en una de las ciudades más organizadas del país, diseñada por Le Corbusier.

Planificada hasta el último detalle, la metrópoli está dividida y numerada en 61 sectores, a excepción del 13 por cuestiones de superstición del afamado arquitecto. Pensada para facilitar la vida a sus habitantes, cada una de las porciones está dotada de gran autonomía, con hospitales, colegios y mercados que la hace funcionar como una pequeña capital. Todo a menos de 10 minutos andando desde cualquier punto del sector. Para completar la hazaña urbanística, el suizo padre de la arquitectura moderna, añadió un entramado de vías y calles llamadas las 7V que conectan desde una autovía con otra, a calles que conducen hasta la puerta de casa. Asimismo, un cinturón forestal de 16 kilómetros de ancho rodea la ciudad para impedir la construcción de más edificios a su alrededor. Todo está calculado.

Pero la urbe carece de algo. Si bien es cierto que en cuestión de infraestructuras es casi perfecta- hay un sector comercial, otro administrativo, de oficinas sin zonas residenciales, parques y jardines-, se puede asegurar que Chandigarh adolece de espíritu indio. Moles de ladrillo visto y piedra redondeada se suceden en las inmensas avenidas y en los barrios señoriales, dejando poco espacio a los pequeños comercios y mercados, alma de la vida de una ciudad. Como si algo tan típico de la India como las vacas, los búfalos o los arrabales, que también los hay, no tuviesen cabida entre el orden de Chandigarh. Como si el alma de todo un pueblo no pudiese traspasar el bosque que la rodea.

Una exposición en el Colegio de Arquitectos de Cádiz te espera para conocer más a fondo la ciudad que alberga más obras del gran maestro Le Corbusier.