INCONTROLADO. Un avión lanza agua en Los Ángeles. / REUTERS
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California, en estado de alerta por el fuego

Las llamas obligan a evacuaciones masivas en Los Ángeles y San Diego

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La pesadilla de la costa este de Estados Unidos parece volver a renacer de sus cenizas. Dos nuevos incendios forestales arrasan los condados de Ventura y Los Ángeles, lo que obligó al gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, a decretar el estado de emergencia.

De momento, los fuegos ya se han cobrado la vida de dos personas, mientras que miles huían de las llamas, que ya destruyeron más de 10.000 hectáreas de bosques. Según informó el diario Los Angeles Times, una de las víctimas murió en un accidente de tráfico al intentar escapar del incendio, mientras la segunda persona pereció junto con su perro en Lake View Terrace cuando dormía cubierta con cajas de cartón, debajo de un paso subterráneo.

El Servicio Meteorológico estadounidense se vio obligado a activar la alerta roja en el sur del estado ante la presencia de fuertes rachas de vientos, de entre 80 y 120 kilómetros por hora, lo que aumenta el riesgo de que se extiendan los incendios, además de avivar los que arrasan San Diego y el norte de Los Ángeles. El viento fue el factor que agravó los fuegos que el año pasado consumieron la región del sur de California.

El primero de los incendios fue detectado el pasado domingo en el límite del Bosque Nacional de Los Ángeles. A media jornada del lunes ya había calcinado unas 2.023 hectáreas de arbustos y chaparrales en el extremo noreste del Valle de San Fernando. Las autoridades ordenaron la evacuación de 1.200 residentes de unas 450 viviendas amenazadas por las llamas avivadas por los vientos de Santa Ana, que soplaban desde el desierto.

Otro foco separado apareció el lunes en las faldas de las montañas varios kilómetros al oeste, provocando la evacuación de cientos de hogares. Este frente amenaza un área de unos 1.500 hogares.

Los fuegos obligaron a que Schwarzenegger decretase el lunes el estado de emergencia. Desde comienzos de semana, más de 4.000 bomberos, ayudados por helicópteros cisternas, luchan por evitar que las llamas alcancen las zonas residenciales más populosas de la región. Por el momento, se desconoce la causa que originó estos fuegos.