OTRO TIEMPO. Rajoy y Sanz, antes de la reunión del jueves, en la que buscaron salvar el pacto. /EFE
ESPAÑA

Rajoy reclama a UPN que reconsidere su decisión de romper el pacto con el PP

Populares y foralistas se niegan a aparecer ante la opinión pública como los liquidadores de un acuerdo con 17 años de vigencia

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El PP y Unión del Pueblo Navarro no quieren ser los malos de la película y pretenden que sea el otro el que dé por finiquitado su acuerdo. La dirección del partido que lidera Mariano Rajoy analizó ayer la decisión de la formación foralista del pasado viernes de abstenerse en la votación de los Presupuestos del Estado y resolvió que si esa resolución se lleva a efecto supondrá «la ruptura unilateral» del acuerdo que vincula a ambos partidos desde 1991. El PP, sin embargo, se resiste a soltar amarras y cree que «hay tiempo» para que UPN «reconsidere su decisión». Las enmiendas a la totalidad del proyecto presupuestario se votan en el Congreso el próximo 23 de octubre; quedan, por tanto, diez días para que se consume la primera ruptura en las filas populares desde la refundación del partido en 1989. Mariano Rajoy, de todos modos, hizo un nuevo intento de templar gaitas porque su voluntad es «mantener» el pacto y tiene «voluntad política» para hacerlo, pero no de esta manera.

En consecuencia, agregó el líder opositor, UPN debe hacer «una reflexión» sobre su conducta política porque el PP ha cumplido «escrupulosamente» los términos del acuerdo firmado en 1991. Se mostró convencido, además, de que «la inmensa mayoría» de los votantes de su partido así lo creen y, por tanto, la quiebra de la relación no tendría consecuencias políticas relevantes.

Rajoy hizo estos comentarios tras la reunión del comité ejecutivo de su partido que, sin apenas debate, puso ayer en negro sobre blanco que «la falta de apoyo» de UPN a su enmienda a la totalidad de los Presupuestos de 2009 pondrá el punto final a una exitosa colaboración de 17 años. La abstención, sostiene el comunicado del comité ejecutivo del partido opositor, significará que la formación que preside Miguel Sanz «actúa claramente en contra» del acuerdo.

Recapacitar

La reacción del PP a la decisión de los foralistas combinó la dureza con los paños calientes y, si bien el ultimátum no admite dudas, también insistió en que UPN debe recapacitar y recordar que el acuerdo entre ambas fuerzas establece que «las decisiones de política nacional» corresponden al partido de ámbito nacional, y la formación regional «no puede condicionar» la postura del PP en asuntos nacionales. Y mucho menos, añadió el comité ejecutivo popular, «en una cuestión tan trascendental» como los Presupuestos del Estado.

Poco antes de analizar la respuesta, la reunión de la dirección del partido opositor dio pie a una de las paradojas de la política ya que el encargado de entregar la decisión de UPN fue, precisamente, el diputado Santiago Cervera, discrepante con el desmarque de su partido y que no respaldó la decisión de abstenerse en los Presupuestos. El parlamentario navarro, por su condición de miembro del comité ejecutivo popular en virtud de los acuerdos con UPN, entregó el texto con la resolución y abandonó la sala para no participar en el debate.

Antes de salir, aclaró, según fuentes de los asistentes a la reunión, que «ni personal ni políticamente» estaba de acuerdo con la decisión y, por tanto, no estaba «cómodo» con la misma. Cervera anunció además que en la votación presupuestaria estaría «a la altura de lo que se espera» de él. Palabras saludadas con fuertes aplausos de los máximos dirigentes del PP.

La dirección de los populares da por hecho que Cervera respetará la disciplina de voto del grupo parlamentario por más que su partido haya decidido la abstención. No así el segundo representante de UPN, Carlos Salvador, quien ha anunciado que se debe a su formación y será fiel a la consigna de su dirección y no apoyará la enmienda a la totalidad que presentará el PP.

El líder de los foralistas y del Gobierno navarro tampoco se quedó callado. Sanz negó haber «traicionado» al PP, calificó de «argucia dialéctica» decir lo contrario y sostuvo que «nadie» puede mantener que ha habido «felonía» por su parte. Insistió en que la decisión de UPN de abstenerse en la votación de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos se mantiene invariable, y si algún cargo parlamentario no la acata, en claro mensaje a Cervera, tendrá que asumir «su responsabilidad». Señaló además que causan «cierta hilaridad» los comentarios de este diputado en el sentido de que votará conforme a su conciencia cuando la decisión ha sido adoptada por los órganos de dirección del partido.

Sanz negó asimismo ser objeto de «un chantaje» por parte de los socialistas, que tras las elecciones autonómicas de 2007 permitieron que UPN gobernara en minoría y que ahora tienen la sartén por el mango para aprobar los Presupuestos de Navarra. «Hay corresponsabilidad -explicó en la cadena Ser- y si yo te pido que seas responsable con el interés general de Navarra, parece razonable que yo mantenga la misma actitud» con las cuentas de España. El vicescretario general del PSOE terció en el cruce de declaraciones para alabar por «responsable y adecuada» la decisión de UPN de no plegarse al PP. José Blanco aseguró además que su partido ni ha presionado «ni ha chantajeado» a Sanz con la amenaza de una moción de censura.