Alemania destina 500.000 millones de euros a proteger el sistema financiero

Los líderes de los tres partidos que integran el gobierno de gran coalición en Alemania decidieron ayer dejar a un lado sus diferencias políticas y aprobaron un multimillonario plan de rescate para asegurar la existencia del sistema financiero del país. El paquete contempla un plan de rescate con garantías y líneas de crédito para salvar al sistema bancario de un volumen total de 500.000 millones de euros.

Las negociaciones se iniciaron en la noche del domingo y, ayer, el gabinete de Angela Merkel, dio luz verde el mayor programa de ayuda desde el fin de la II guerra mundial. El paquete debe ser aprobado por las dos cámaras en el curso de la semana en un procedimiento de urgencia, para que entre en vigor a más tardar el lunes de la próxima semana.

«El paquete de emergencia es el primer paso hacia un nuevo orden en los mercados financieros y está destinado a salvaguardar a la ciudadanía y no para proteger a los bancos», señaló la canciller Merkel durante una breve rueda de prensa realizada en la sede del gobierno en Berlín. «Estamos tomando medidas dura para que esto que estamos viviendo no se vuelva a repetir nunca más», añadió.

El paquete de emergencia está compuesto por dos pilares, según explico el ministro de Finanzas, Peer Steinbrück. El gobierno podrá operar una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros para ayudar a entidades bancarias que tengan problemas de liquidez.

Llave maestra

La ayuda estatal incluye la posibilidad de nacionalización parcial de los bancos, pero también obliga a los institutos a cumplir con los requisitos que le imponga el ministerio de Finanzas. Una de las condiciones consistirá en obligar a los bancos a no repartir dividendos durante el tiempo que dependan de la ayuda estatal, y también tendrán que limitar las bonificaciones y salarios de sus ejecutivos.

«En ningún caso deberán percibir más de 500.000 euros anuales y no recibirán acciones o bonificaciones», señaló Peer Steinbrück al definir las nuevas reglas que imperarán en el mundo de la banca privada. El plan, según lo acordado en la reunión de los líderes del Eurogrupo, realizada el domingo en París, tiene un plazo de vida máximo hasta el 31 de diciembre de 2009. Pero la llave maestra del plan es el llamado «fondo de estabilización financiera» dotado de un máximo de 400.000 millones de euros y que tendrá validez hasta el 31 de diciembre de 2009.

En fondo será utilizado como aval público para promover los créditos interbancarios y la meta final es lograr que los bancos vuelvan a confiar entre ellos y vuelvan a prestarse dinero. Durante la breve rueda de prensa, la canciller Merkel insistió en que el plan de rescate solo tendrá éxito si se logran introducir cambios en la regulación internacional para poder poner fin a lo que llamó «excesos del mercado».

«Un segundo pilar deber ser el cambio de los reglamentos financieros internacionales», añadió la canciller al mostrarse partidaria de incrementar el rol del Fondo Monetario Internacional en la supervisión de la banca y en el funcionamiento de las agencias de ratings, que califican los riesgos de las operaciones.