El informe preliminar constata que el MD-82 no estaba en modo vuelo pero no saltaron las alarmas en el despegue

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) ha centrado las últimas investigaciones incluidas en el informe de investigación (PDF) del accidente del avión de Spanair en verificar el funcionamiento electrónico de los sistemas del aparato que actúan en los despegues y concluye, de modo preliminar, que no se activó ninguna alarma de emergencia desde que se arrancaron los motores hasta que se produjo el impacto.

El informe constata que los 'flats' y 'slats' de las alas de la aeronave de Spanair siniestrada el pasado 20 de agosto en Madrid-Barajas no estaban configurados para el despegue y los pilotos no tuvieron constancia de ello porque los sistemas sonoros de aviso (TOWS) no funcionaron. En cuanto a la reversa, que en un principio se apuntó como una de las posibles causas del siniestro, no existió un comportamiento "anómalo" en este mecanismo.

Concretamente, el informe dice que "los valores registrados de deflexión de los 'flaps' fueron 0 grados"-lo que significa que no estaban extendidos- y que los componentes que influyen sobre las aletas encontrados presentaban evidencias "que se corresponderían con una condición de 'slats' replegados".

Se hicieron todas las comprobaciones antes de despegar

Por otro lado, el documento apunta a que según las conversaciones del registrador de voces en cabina (CVR), se registraron "algunas expresiones" que definen las comprobaciones necesarias tanto antes del arranque de los motores, como de la lista del procedimiento de arranque, de la lista de comprobación para después del arranque, de la lista del rodaje y de la última comprobación antes del despegue.

Por lo tanto, la tripulación hizo todas las comprobaciones necesarias, según consta en el documento, que además especifica que "durante todo el recorrido de despegue y hasta el final de la grabación del CVR no se registró ningún sonido relacionado con el sistema de advertencia de configuración inadecuada para el despegue (TOWS)".

Con respecto a la posición de la reversa, uno de los mecanismos que se barajó en un principio como posible causa del siniestro, el informe concluye que en este sistema no existió ningún comportamiento "anómalo". En cuanto a los dos motores, el informe indica que según todas las evidencias "se comportaron correctamente durante toda la secuencia del accidente"

La CIAIAC agrega que seguirá investigando para "obtener evidencias adicionales" para conocer la configuración del avión en el momento del accidente y del funcionamiento de los sistemas de aviso en la cabina. "Será necesario emprender exámenes y revisiones exhaustivas de los elementos recuperados del avión que tengan que ver con ese objetivo". El informe preliminar, que como ya se adelantó no incluye ni conclusiones ni recomendaciones frente al borrador que trascendió a los medios hace varias semanas, concluye informando de que la investigación sigue abierta.