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Corea del Norte prevé lanzar un nuevo misil para intentar presionar a Washington

Siguiendo con su escalada militar del último mes, Corea del Norte podría estar preparando el lanzamiento de otro misil para presionar a EE UU con el fin de salir definitivamente del Eje del Mal. No parece, desde luego, la mejor manera de conseguirlo, pero éste es el tipo de diplomacia de las amenazas que suele utilizar el régimen estalinista de Pyongyang y que tan buen resultado le ha dado hasta ahora.

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De hecho, fue el ensayo nuclear de octubre de 2006 lo que desbloqueó las conversaciones a seis bandas de Pekín, que acordaron en febrero del año pasado que Corea del Norte recibiría un millón de toneladas de combustible, ayuda humanitaria y reconocimiento diplomático a cambio de renunciar a su programa atómico.

El régimen pilotado por Kim Jong-il ya ha anunciado que reanudará su programa atómico y que volverá a poner en marcha las instalaciones nucleares. El periódico surcoreano Dong-A Ilbo publicaba ayer, citando fuentes del servicio de inteligencia, que Pyongyang podría lanzar un nuevo misil Taedopong-2, capaz de llegar a la costa oeste de EE UU, para forzar a Washington a aceptar sus condiciones. Además, estaría aumentando su actividad cerca de donde detonó su primera bomba atómica hace ahora dos años.

Con el fin de que el régimen de Kim Jong-il vuelva a su plan de desarme, el enviado de EE UU, Christopher Hill, se está entrevistando en Pyongyang con su homólogo norcoreano, Kim Kye-gwan, para desbloquear la situación.