Madonna durante su actuación en el circuito de Cheste, en Valencia. EFE
50.000 personas entregadas

Madonna funde los circuitos en Cheste

La 'reina del pop' despide en Valencia su gira por España con un apabullante show, repleto de tópicos, y muy similar al que ofreció en Sevilla

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Madonna se ha despedido de España con un monumental concierto. El último show que ofreció anoche la 'reina del pop' en el circuito de Cheste, en Valencia, se ajustó estrictamente al guión establecido, pero hizo vibrar a más de 50.000 personas completamente entregadas.

Repitiendo las directrices del concierto ofrecido en Sevilla, y amparada por una fase del concierto denominada 'gitana', la cantante estadounidense recurrió a los tópicos españoles: los toros y el flamenco. Una vía de conexión con el público siempre funciona.

Los asisentes se mostraron encantados y regocijaron en aplausos tras escuchar expresiones hispanas como "te amo", y con la interpretación de canciones dedicadas a España como La isla bonita o Spanish Lesson. Todos estos calculados momentos folclóricos, que convierten el escenario en una verbena, ocuparon una de las cuatro partes del concierto. El resto fue una concesión al espectáculo tecnológico y a la cultura del videoclip de su último álbum, Hard Candy.

Su pacto con el diablo

La 'reina del pop' (y de los gimnasios) derrochó energía, exhibió su pacto con el diablo (o con su entrenador personal) para la eterna juventud y condujo un show milimetrado de momentos álgidos, especialmente con canciones que han sido protagonistas de una época, como Like a prayer o Vogue.

Vestida con corpiño negro y botas de cuero, atuendo que le ha caracterizado durante gran parte de su carrera, la soberana apareció en su trono para delirio de los fans y abrió el espectáculo con Candy Shop, el primer corte de su último trabajo. Lo hizo a las diez en punto, y al instante se encendió un mar de pequeñas luces procedentes de cámaras fotográficas y teléfonos móviles de aquellos que no podían resistir la necesidad de inmortalizar el momento.

Un "hola Valencia" bastó para ganarse a un público que no necesitaba demasiado estímulo, porque venía dispuesto a rendirse a sus pies. Ella no les defraudó. Acompañada de 16 bailarines y 12 músicos hizo una puesta en escena perfecta, en la que demostró su buena forma física, a pesar de sus cincuenta años, pero también su compromiso social.

El circuito de carreras de motos valenciano acogió a la Madonna más polifacética: provocativa, dulce, irritante, atlética, irreverente, folclórica e incluso instrumentista, al entonar You must love me tocando una guitarra acústica.

Despedida política

También hubo tiempo para entrar en la campaña electoral de los líderes del mundo, con una imagen que asociaba la palabra "stupid" (estúpido) con el candidato republicano John McCain y la frase "it's your choice" (es tu oportunidad) con el candidato demócrata Barak Obama, al tiempo que denunció los problemas que sufre el tercer mundo.

La música "dance" protagonizó los últimos temas que la 'reina del pop' brindó a sus incondicionales, con Ray of light y Hung up a ritmo de intensos "beats" que abocaron al descontrol. Give it 2 me, una leve despedida y un enorme Game Over en las pantallas. Justo cinco minutos antes de la medianoche para evitar el viernes, porque su doctrina le impide actuar ese día. Adiós España. Fin de fiesta.