Los empresarios dispuestos a comprar Alitalia retiran su oferta

La Compañía Aérea Italiana (CAI), formada por 18 empresarios italianos dispuestos a comprar la aerolínea de bandera Alitalia, al borde de la quiebra, ha retirado su oferta después del rechazo a su plan industrial mostrado por los sindicatos autónomos.

Con la retirada de la CAI se agudiza el peligro de declaración de quiebra de Alitalia, que acumula un fuerte endeudamiento y no dispone de fondos para comprar el carburante para los próximos vuelos. "Estamos ante una situación dramática, ante un precipicio", ha afirmado tras conocer la noticia el presidente del Gobierno de Italia, Silvio Berlusconi, que ha criticado la posición de los pilotos y del mayor sindicato del país, de orientación de izquierdas, CGIL, que no firmaron la oferta de compra.

Con su retirada, la CAI rechaza la última contrapropuesta presentada por los representantes de los pilotos, los asistentes de vuelo y el personal de tierra y el mayor sindicato del país, en la que pedían convenios colectivos diferentes para cada categoría y salarios equivalentes a los que se perciben en el resto de aerolíneas europeas.

La noticia ha sido celebrada por un grupo trabajadores que se habían concentrado frente a la sede donde se celebraba la reunión del Consejo de Administración de la CAI, en Milán, al tiempo que reclamaban la apertura de un nuevo proceso de compra "más transparente".

Guerra entre los sindicatos

Según el comunicado del grupo de empresarios, la retirada de su propuesta se justifica "ante la falta de un amplio acuerdo sindical" sobre el plan industrial presentado y los convenios colectivos, como lo demuestra que "sólo se recibió la aprobación de tres sindicatos: Cisl, Uil e Ugl". La CAI añade que "la dramática situación económica de Alitalia y de los mercados internacionales no permite prolongar una negociación, en la que ya se habían otorgado numerosas concesiones".

Los empresarios italianos han expresado su "profunda desilusión" ante el fracaso del proyecto para crear la 'Nueva Alitalia', que habría permitido el nacimiento de una aerolínea competitiva, a pesar del momento difícil que atraviesa el sector aéreo.

Como Berlusconi, los sindicatos que habían firmado el plan industrial han criticado duramente al resto de los representantes de los trabajadores que se oponían a la operación. "Por la responsabilidad de unos pocos, pagarán muchos. Ahora sólo espero que el Gobierno garantice un rayo de esperanza", ha afirmado el líder de Cisl, Raffaele Bonanni.

Para la secretaria general del sindicato del sector transportes UGL, Renata Polverini, "ahora está claro quién ha actuado en el exclusivo interés de los trabajadores de Alitalia , y quién ha preferido otras opciones, poniendo una piedra sobre la única posibilidad de salvar Alitalia ". También el ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi, ha señalado como principales responsables a la CGIL y a su "absurda posición obstruccionista".

Poco antes de anunciarse esta decisión, los sindicatos autónomos habían reclamado más tiempo para que se evaluara la contrapropuesta relativa a los convenios colectivos que habían presentado los compradores este jueves. El acuerdo para salvar la compañía contemplaba 3.000 despidos.

"Podemos llegar a un acuerdo a través de una breve negociación", aseguraban los sindicatos en una carta enviada a los compradores de la aerolínea de bandera italiana y al comisario extraordinario de Alitalia, Augusto Fantozzi.