Ímpetu y velocidad
Armenia y Estonia son los más desconocidos del grupo. Apenas disponemos de dos referencias: el amistoso que jugaron antes del Europeo ante Grecia, en Alemania, donde empataron a cero, y la reciente derrota (0-2) ante Turquía en la fase de clasificación para el Mundial de Sudáfrica.
Actualizado:Tras ver el vídeo, comprobamos que se trata de un rival desordenado pero muy rápido en sus acciones, sobre todo por delante. Destacan un delantero pequeño muy veloz (Mkhitaryán), al que todos buscan enseguida, y un interior izquierdo con desborde y mucha calidad técnica (Karamyán).
Son duros y fogosos por ese carácter y fuerza que quieren imprimir. Llegan tarde a muchas acciones, más por falta de recursos que por mala intención. Aunque tiene un seleccionador danés, Jan Poulsen, quien accedió al cargo tras la repentina muerte de cáncer del escocés Ian Porterfield, un icono en Armenia, este combinado toca mucho menos que Bosnia-Herzegovinza.
No se complican, buscan casi siempre el juego directo. Presionan mucho al principio, con enorme ímpetu, pero a medida que discurre el partido pierden fuelle y bajan bastante el ritmo.
Juegan con una línea de cuatro en defensa, dos medios centro, dos hombres abiertos, un enganche y un punta.
Nos esperamos una Armenia más defensiva, con la única intención de no salir goleada. Excepto un futbolista del Ajax (Edgar Manucharyán) que no es titular porque sale de una lesión, los demás actúan en ligas más desconocidas como la Bielorrusa. Y eso lo acusan.
¿Cómo jugarles? Habrá que tener paciencia y mantener nuestro estilo. Disponemos jugadores que permiten dar más amplitud por banda y hombres acostumbrados a desenvolverse más por dentro, pero en todo caso impera el dominio, el control del balón. No hay que hablar de extremos sino de hombres que generen espacios para que suban y sorprendan los laterales.