El humilde Numancia sonroja al nuevo Barça de Pep Guardiola

El Numancia desnudó las deficiencias del nuevo Barça de Guardiola superándolo por un solitario tanto obra de Mario en el tramo inicial de partido. Pese a ofrecer una imagen muy mediocre, los azulgrana pagaron su alarmante falta de puntería ante un conjunto soriano que aprovechó su única ocasión del partido.

Guardiola tuvo suficiente con la primera mitad para percibir las dificultades que conlleva la Liga española. Tantas que hasta un recién ascendido como el Numancia te puede plantar cara con un planteamiento tan básico como efectivo. El técnico del Barça sufrió en esos cuarenta y cinco minutos los desajustes tácticos de su equipo para acto seguido comprobar como el encorsetado sistema de su rival desinflaba a los suyos.

Mal Dani Alves

El Barça arrancó con paso firme. Tiró las líneas quince metros más lejos de su portería que la pasada temporada apostando por un juego vertical que obviase el abuso del esférico de épocas muy recientes. Esas buenas intenciones quedaran truncadas por los desajustes defensivos provocados por un ausente Dani Alves. Unas lagunas a las que el brasileño añadió una absurda pérdida de balón que desencadenó la algarabía soriana. Bellvis aprovechó la mala cobertura azulgrana para marcarse un centro que Mario, libre de marca ante la pésima coordinación entre Puyol y Abidal, solventó con mucha clase.

Sergio Kresic tejió una doble línea de nueve jugadores ante Juan Pablo para apagar una flagrante obstinación en adentrarse por el centro, malogró todas sus ocasiones de entidad. Bojan y Eto'o mandaron al limbo las esperanzas visitantes. Una fe que se sustentó justo hasta que Messi estrelló una falta en el palo izquierdo de Juan Pablo.

Por cierto, el Barça no perdía en su estreno en la Liga desde la temporada 1994-1995. Aquel 4 de septiembre el equipo de Johan Cruyff perdía ante el Sporting de Gijón por 2-1 y Guardiola fue expulsado por doble tarjeta.