Surferos sobre el asfalto

Aquellos que huyen de las clásicas y fugaces visitas turísticas y el ocio convencional cuentan ahora con una nueva forma de recorrer la capital, a lomos de un divertido e insólito vehículo, el Easy Glider, importado directamente de Suiza. Se trata de una especie de patín motorizado que permite surfear por el asfalto y deslizarse por cualquier tipo de superficie. «Lo inventó un patinador suizo para llegar a casa sin esfuerzo después de horas patinando», explica Vicente Esteban, uno de los socios de Easy-Gadir, que tras probar el insólito aparato en uno de sus viajes por Europa decidió comprarse uno e introducirlo en España. «Somos pioneros en todo el país en organizar rutas guiadas con este divertido vehículo», reconoce este joven empresario, que asegura que manejarlo es «muy sencillo».

La empresa lleva funcionando tan sólo una semana y desde entonces ya han sido muchos los turistas y visitantes que se han lanzado a probarlo por las calles de la ciudad. «Padres e hijos, jóvenes e incluso señores de sesenta años se han montado ya», sostiene Vicente. El Easy Glider puede alcanzar los 20 km y funciona gracias a dos baterías eléctricas. Además, se le puede conectar un iPod y escuchar música a través de los altavoces que lleva incorporados.

«Los alquilamos también para despedidas de soltero, como en el caso de hoy», contaba ayer Vicente antes de que llegaran sus clientes. Minutos después, ocho amigos ya se encontraban cabalgando por el asfalto rumbo a la Punta de San Felipe, donde cogerían después un barco para seguir la celebración. «En el caso de las despedidas trabajamos con otras dos empresas como Centro Melkart y Taboga, que organizan estas excursiones por la Bahía».

«Tiene hasta luz y todo», comentaba ayer uno de los amigos del novio. «¿Cuánto cuesta?», se interesaba otro. Y es que a parte de alquilarlos, se pueden comprar por internet por 850 euros. En cuanto a los paseos por Cádiz, Easy-gadir ofrece varias rutas, una por los principales monumentos de la capital (15 euros la hora) y otra por los castillos y baluartes (40 minutos, 10 euros). «La gente busca alternativas de ocio», reconoce Vicente, que ha sabido encontrar un hueco en el mercado para este original y divertido artilugio. «Algunos ya lo llaman la aspiradora, dada su forma».

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