ANÁLISIS

Bekele y los otros

Antes de la disputa de una carrera, la mayoría de la gente tiene claros quiénes son sus favoritos, con independencia de que al llegar a meta se hayan cumplido los pronósticos. Pero cuando el etíope Kenenisa Bekele está en la línea de salida, el favorito es él y solo él.

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Ayer logró una auténtica hazaña, al sumar el oro del 5.000 al del 10.000 y al de Atenas en la misma prueba, en aquella ocasión, en el 5.000, 'sólo' pudo ser plata tras una mala elección en la táctica (según reconoció él mismo) y ante el enorme estado de forma de Hicham ElGuerrouj.

La clave de la hazaña está en cómo lo hizo ayer. La situación se puso fea para Kenenisa, ritmo fácil para todos 2'45 en el primer kilómetro y 2'37 para el segundo, con su hermano Tariku y Chercos (que es del mismo pueblo que Alemayehu) en cabeza, pero sin hacer demasiado daño a 'galgos veloces' como Lagat, Soi o Kipchoge. Así las cosas Kenenisa decide tomar el mando y lo hace imponiendo 2'37/2'31/2'25, sumen, sumen, en efecto ¿¿7'35 en el último 3.000!!

Como veía que no descolgaba a Eliud Kipchoge, aceleró hasta hacer 53 segundos en el último giro. Lo que les digo, Bekele y los otros.En esos otros los nuestros no pudieron conseguir los dificilísimos diplomas olímpicos que se repartían en esta prueba, Alemayehu 11º y Jesús 14º. Por mi parte, un fuerte aplauso para estos dos grandes atletas.

En el esperado 1.500 femenino, Natalia e Iris mantuvieron intactas sus opciones, pero el seco tirón de la bahreiní Jamal a falta de 500 puso la carrera boca abajo y Natalia salió a por las medallas. El esfuerzo no alcanzó hasta tan brillante premio, pero sí para obtener un diploma olímpico, tras muchos meses alejada de la competición por su reciente maternidad. Mucho mérito el suyo. Iris Fuentes-Pila remató su gran actuación en estos Juegos, con otro diploma. Ella quería estar más adelante y esto indica su ambición de cara a futuros campeonatos.

Fulgurante resultó el final de los 800 metros, con unos excelentes 51'' de Wilfred Bungei para ganar de principio a fin, aguantando la llegada del sudanés Ismail y el campeón en Osaka Wilfred Yego. Y saltó la sorpresa casi tanto como Tia Hellebaut en altura. Blanka Vlasic, la dominadora absoluta del año, perdió el oro ante la fabulosa competitividad de la heptatleta belga, que saltó unos magníficos 2'05 a la primera mientras que la croata lo hizo a la segunda. Chicherova se colgó el bronce. Ruth Beitia no estuvo tan fina como otras veces, pero aun así se lleva un diploma a casa, séptima en la final.