NUEVAS EXPERIENCIAS. La edad pra empezar a consumir es la misma que hace diez años. / LA VOZ
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La mitad de los menores adictos a las drogas abandona los tratamientos

La presencia de adolescentes en programas de ProyectoHombre se duplica en verano cuando pasan más tiempo con sus padres

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El número de menores que inician tratamientos de desintoxicación se dobla en verano. No se trata de una coincidencia, durante las vacaciones los padres tienen más tiempo para observar a sus hijos y detectar situaciones de consumo de estupefacientes. De hecho, se llega a doblar la demanda de pacientes para los programas de recuperación del Servicio Provincial de Drogodependencia de la Diputación y de asociaciones como Proyecto Hombre. La oferta es amplia, pero los usuarios no los finalizan, sólo uno de cada dos adolescentes recibe el alta tanto en los centros de rehabilitación como en los programas concertados con colectivos.

Sólo en 2007 se trataron 73 gaditanos menores de edad en programas anti drogras de los centros ambulatorios. En cuanto a las terapias de Proyecto Hombre, la cifra alcanzó los 86, la mitad de ellos derivados por un juez tras comerter un delito, tal como indicó Luis Bononato, presidente de la asociación contra la drogodependencia en Cádiz. Los que iniciaron el programa de Reforma Juvenil están obligados a finalizarlo por orden judicial, pero entre los que se recuperan con el Plan Joven, «el porcentaje de abandono es alto».

«Los tratamientos son estrictos, se fijan límites y normas y se realiza en régimen abierto», explicó el portavoz del colectivo. Ante esto, los adolescentes se sienten forzados y el proceso de desintoxicación es complejo, requiere de fuerza de voluntad y un gran apoyo por parte de los padres. Sólo la mitad llegan a recibir el alta. Precisamente el apoyo familiar se ha convertido en el punto flaco del proceso. Las familias intentan tratar a los jóvenes en casa y acuden a los centros de rehabilitación cuando no pueden más. «En estos casos los padres han perdido la autoridad sobre sus hijos y se ven incapaces de orientarlos», explicó Bononato. Proyecto Hombre ha registrado ya 85 expedientes en lo que va de año y «todo indica que la cifra será superior a la de 2007».

No obstante, los índices de la provincia son similares a los del resto de Andalucía, «con la particularidad de situarse en una zona de costa». Esta característica hace que el repunte de consumo se registre durante el verano. Precisamente las zonas de costa son lugares «provilegiados» para la venta de sustancias ilegales. La proximidad con África permite que el acceso a los traficantes de hachís sea más fácil», insistió Bononato.

El perfil de los jóvenes que inician los programas son varones, en mayor proporción, de 14 y 15 años que vienen acompañados de sus padres y presentan problemas de agresividad verbal y física. En el centro se tratan también adolescentes que no son drogodependientes, pero su conducta y las malas compañías pueden hacerlos caer en la droga. Precisamente en el programa de Reforma hay inscripciones de todos los tipos. Los matriculados se encuentra bajo el control de la Consejería de Justicia que ha firmado un convenio con el colectivo para este tipo de proyectos.

Absentismo

Entre los usuarios son comunes los cuadros de fracaso escolar, conflictividad familiar y absentismo en el colegio y el trabajo. Los programas contemplan sesiones en el centro de la asociación, con otros usuarios a través de terapias colectivas. «Éstas suelen ser las más difíciles», explicó la coordinadora del Plan Joven, Pilar Butrón, pues a los usuarios les cuesta hablar en público. También se realizan sesiones individuales y con los propios padres en el centro. En los casos más grave se llega a ingresar a los pacientes en las comunidades terapeúticas para controlar la medicación y ayudarles a pasar el síndrome de abstinencia.

Los tratamientos tienen una duración de entre 12 y 18 meses «y es importante completarlo para la reinserción social», recalcó la psicóloga. En cuando a las adicciones más frecuentes, el hachís continúa a la cabeza de los problemas que son tratados en el centro, seguido del consumo de cocaína, aunque esta droga es más frecuentada por adultos, a partir de los 20 años. La heroína ha perdido peso, pero aún sigue presente en las estadísticas. No obstante, el cannabis continúa siendo la puerta de entrada al resto de estupefacientes y a los problemas de adicción.

Con todo, la última estadística del Ministerio de Sanidad arroja algo de luz y recogen una tendencia a la baja en el consumo de drogas entre los adolescentes. En concreto sustancias tan populares como la marihuana llegan a perder hasta 6 puntos en el procentaje de consumo con respecto al año anterior.

emartos@lavozdigital.es