El rap como alternativa

No todo fueron pinchitos, reuniones sobre la arena y olor a barbacoa en la noche de ayer. Pese a que la mayoría de los jóvenes se decantaron por una de las fiestas más tradicionales del verano gaditano, algunos rebeldes, amantes de las rimas callejeras, optaron por una velada alternativa: la noche más negra. Negra, no por la ceniza que dejaron los miles de fuegos encendidos en la Victoria, sino por las raíces de un género musical -aún minoritario- que ayer convirtió el Baluarte de la Candelaria en templo del inconformismo y la rebeldía social. El mejor rap nacional se dejó notar en el patio de la fortificación a manos de tres cicerones de lujo: Tote King, Juaninacka y Acción Sánchez, miembros de la escuela sevillana, una de las más brillantes y prolíficas del hip hop español.

Tras la apertura de puertas -a las 21.30 horas-, los seguidores de la cultura urbana fueron llegando al recinto atraídos por el imponente cartel que protagonizaba esta cita anual con la vertiente más rebelde y crítica de la música negra. Pese a la cancelación de última hora de la exhibición de graffiti, la velada transcurrió con éxito entre rimas y bases electrónicas.

Dj Acción Sánchez, productor y mitad del tándem SFDK, considerado uno de los dj´s más influyentes y representativos de la escena hip hop, abrió la noche secundado por los vaivenes del respetable, que se dejó llevar por los sonidos que brotaban de los platos del gran maestro.

El 'flow' sevillano

Juaninacka, otro de los veteranos de la escuela, contagió su flow a la enérgica audiencia. Este joven rapero demostró sus tablas sobre el escenario disparando, una tras otra, sus rimas más potentes y combativas. Por último, el sevillano Tote King, la aparición más esperada de la noche, no defraudó al rescatar sus temas más emblemáticos. El hermano del también rapero Shotta, otro de los grandes gurús del género en España, supo enloquecer al público gracias a su rompedor estilo de hacer rap.

Así, el Baluarte fue testigo de una velada alternativa que, lejos del fragor de las barbacoas, supo conquistar a una minoría de jóvenes melómanos, seguidores de la vertiente más urbana del arte, que poco a poco engrosa sus filas. alenador@lavozdigital.es