RÉCORD. Phelps celebra su sexta medalla de oro. / AFP
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Michel Phelps, un nadador de oro puro que siempre huye de las trampas

«Sé que estoy limpio», defiende el de Baltimore cuando le preguntan por el dopaje

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Hay quien desconfía de la heroicidad del ser humano. Demasiados mitos derrumbados por culpa de las trampas. Los falsos mitos siempre salen a la luz y los que se escaquean viven con esa losa toda la vida, aunque tarde o temprano salen o les sacan del armario. Michael Phelps se ha ganado por derecho propio estar entre los más grandes. Ahí donde viven desde hace unos años Latinina, Paavo Nurmi, Mark Spitz o Carl Lewis, que comparten terreno con Jordan, Doohan, Schumacher, Johnson y otros que han llegado hace poco como Federer, Nadal o Rossi.

Todos genios del deporte que cuentan con el único aval de su talento, huyendo siempre de ayudas externas para ser todavía más grandes. Con doce oros en su haber el cierre de esta edición se produjo antes de la final de los 100 metros mariposa, Michael Phelps es el modelo a imitar en Estados Unidos. Los niños han aparcado durante unos días los partidos de béisbol y el fútbol americano para lanzarse a la piscina e imitar al hombre más perseguido del mundo. Phelps es un héroe que lo tiene todo y que compite libre de toda sospecha.

Ayer viernes se conocieron dos nuevos positivos por dopaje Con cierta perspicacia, preguntaron a Phelps sobre el tema. «Cualquiera puede decir lo que quiera. Yo sé que estoy limpio. Participé en Project Believe con la USADA (Agencia Antidopaje de Estados Unidos), donde deliberadamente me sometí a más controles para probarlo», respondió de forma tajante Michael.

Efectivamente, Phelps es uno de los deportistas que más hace para que no haya impostores que por el minuto de gloria hipotecan su carrera. Provee muestras adicionales de sangre y orina, más allá del régimen de controles regular.

Desde que está en China, Phelps ha pasado como mínimo seis controles antidopaje, tantos como medallas ha conseguido todos los que se llevan metal deben ser sometidos a estas pruebas. Entre los años 2001 y 2007, Phelps fue controlado en 59 ocasiones por la USADA, dando siempre negativo. Phelps no necesita nada más que el trabajo diario, un reposo apropiado y una alimentación repleta de calorías para combatir todo el esfuerzo que genera. Su éxito se ha dado por una combinación entre dormir tanto como pueda, recuperarse y entrenarse lo más y mejor posible. Es un campeón de oro puro.