PARALELAS. Manuel Carballo impregna de resina una de las barras antes del inicio de su actuación. / AFP
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Maldita barra

Este aparato se ha dado mal a España tanto en Atlanta como en Atenas y ahora ha dejado fuera al equipo nacional de la que hubiese sido su primera final de la historia

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«Los fallos que hemos tenido en barra son los que nos han hecho no entrar en la final. En el resto de los ejercicios hemos tenido algún error puntual, pero como se eliminaba la peor nota no ha pasado nada. La barra nos ha costado más de cuatro puntos», sentenció ayer el seleccionador Álvaro Montesinos, dando por hecho la no clasificación del equipo español, pese a que aún quedaban dos subdivisiones por completar. Acertó en la predicción ya que España sumó un total de 357,925 puntos y el octavo equipo que entró en la final, Rumanía, obtuvo 359,350.

El primero en fallar fue Sergio Muñoz. Después de realizar un ejercicio correcto, le dio demasiada fuerza a las vueltas previas a la salida, que le hizo salir desequilibrado en el vuelo final para aterrizar mal en la colchoneta. Tanto, que en vez de dar el típico paso adelante tuvo que hacer una voltereta completa. Tras un buen ejercicio de Iván San Miguel, que parecía tranquilizar al equipo, salió Manuel Carballo que, primero, se cayó de la barra y, después, aterrizó de rodillas al final.

La maldición de este aparato sigue estando presente en la alta competición para los españoles. La barra le privó en Atlanta a Jesús Carballo de la medalla de plata; le impidió ocho años después en Atenas meterse entre los ocho mejores; y ayer hizo que el equipo nacional no entrase en la que hubiese sido su primera final de la historia.

Rafa, Deferr y Botella

De todas formas, habrá tres españoles en las finales individuales. Rafa Martínez, en el concurso general, Gervasio Deferr, en suelo, e Isaac Botella, en salto, serán las opciones de medalla. El que más opciones tiene es Deferr, puesto que su nota de 15,825 sólo fue superada por el rumano Dragulescu (15,925) y el brasileño Hypólito (15,950). Podía haber entrado también Martínez, mal puntuado en opinión de todos los miembros de la delegación nacional. «Estaba claro que los jueces no querían a dos españoles en la final de suelo. Me alegro por Gervi, pero creo que he hecho un ejercicio mejor que el suyo. Si no para superarle, sí para hacer una buena nota y no me la han dado», dijo enfadado tras la competición.

Rafa Martínez disputará el jueves la final del concurso completo, Deferr el domingo la de suelo y Botella el lunes 18 la de salto. Montesinos aclaró que «el equipo está ahora con menos presión» y que los gimnastas presentarán un mejor tono en la final «porque sólo trabajaremos los ejercicios específicos. Hay tiempo para trabajar y para pulir las imperfecciones».

Los compañeros trataron de forma diferente a Carballo y a Muñoz. Sus fallos s en el ejercicio de barra fueron los que incidieron en la no clasificación de España para la final por equipos. Muñoz, primero en errar, descompuso su cara nada más acabar el ejercicio. Fue rápido a una silla y se dio con la cabeza en las rodillas varias veces. El cuerpo técnico y los gimnastas acudieron a consolarle mientras un masajista le trataba los tobillos. Carballo no tuvo la misma suerte. Finalizado el ejercicio con dos fallos clamorosos, apenas cambió el gesto serio que ya tenía en el rostro y se fue a la silla más esquinada de todas las que tenía el equipo español. Nadie acudió a consolarle. Sólo Montesinos se acercó para darle una pequeña palmada en el hombro.