Ciudadanos

Afecciones psicológicas y adicciones

El problema de los enfermos mentales resulta más complejo cuando se une a una fuerte adicción a las drogas. Según indica Dolores Callealta, la portavoz de la Asociación de Familiares de Enfermos Duales en Cádiz (Afedu), el 80% de los reclusos con una afección psicológica es drogodependiente. Esta situación provoca escenas como las que se viven en la penitenciaría Puerto II, donde 31 de las 36 camas de la enfermería son habitualmente ocupadas por este tipo de pacientes. En el caso de la cárcel portuense, cuando un enfermo tiene un brote psicótico se llama al psiquiatra de urgencias, «no hay un especialista de forma permanente», denuncia la presidenta de Afedu.

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«El personal sanitario de las cárceles no está preparado para atender a estos internos, que suelen agravar su estado en prisión», insiste la presidenta del colectivo. Callealta señala que la falta de centros públicos de internamiento tiene mucho que ver con este repunte en el ingreso de enfermos mentales en las cárceles. «Algunos graves los trasladan al centro psiquiátrico de la penitenciaría Sevilla II, pero esa no es la solución», denuncia.

Estos pacientes no llegan a recuperarse entre rejas, porque no cuentan con el seguimiento profesional que precisa y la adhesión al tratamiento raras veces se da. «En ocasiones, incluso burlan la vigilancia de los centros y cometen delitos y altercados. Cuando salen y sus familias no pueden atenderlos, terminan en la calle mendigando y volviendo a delinquir», insiste Dolores Callealta.