Pedro Muñoz pierde el pulso con los jugadores y renuncia a seguir al mando

El pulso que mantenían el presidente de la Federación Española de Tenis (FET), Pedro Muñoz , y los jugadores de la Copa Davis dio un último coletazo ayer. El dirigente anunció que no se presentará a la reelección en las próximas elecciones. Aseguró que se marcha «satisfecho» con lo que ha hecho y recalcó que se va cuando él ha querido y no porque se lo hayan impuesto. «A nadie le quita ni pone nadie. Ni la mentira ni el forzamiento. Por eso he querido ser yo quien eligiera el día», afirmó. Sin embargo, el enfrentamiento público que mantuvo con los jugadores del equipo de la Davis con motivo de la designación de Madrid como sede de las semifinales del torneo frente a Estados Unidos le ha restado el apoyo de los presidentes de las distintas territoriales impidiéndole optar a un nuevo mandato.

La relación con los jugadores se deterioró a raíz de la elección de Madrid en contra de la opinión de los tenistas que preferían una ciudad al nivel del mar. Según un comunicado firmado por los ocho integrantes del equipo español (Nadal, Ferrer, Feliciano López, Carlos Moyá, Almagro, Verdasco, Ferrero y Robredo) y el capitán Emilio Sánchez Vicario, Muñoz les había prometido contar con su opinión a la hora de elegir la sede del torneo. Algo que no ocurrió.

Sin salida

Desde entonces, se desencadenó una guerra que llevó a la publicación de los polémicos sms enviados por Muñoz a algunos tenista s en los que criticaba su comportamiento. Esto provocó el boicot, es decir, no comparecer en ningún acto público de la Federación. Como la convocatoria de las elecciones no se ha concretado Muñoz seguirá siendo el dirigente del tenis durante la celebración de la Davis. Esto significa que los jugadores mantendrán su decisión.

Pese a todo, el presidente afirmó sentirse «tan feliz» como el día en que fue elegido. Aunque acusó de antidemocráticos a quienes le pidieron que no se presentara por «miedo a que le voten». Por último, lanzó un mensaje conciliador a los jugadores: «A los que me hirieron; no hay cosa más hermosa que el perdón», y añadió un deseo: «Espero que me dejen trabajar en lo que me queda».

El máximo dirigente del tenis español estuvo acompañado por el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky y el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco durante su comparecencia.