ESPAÑA

ETA quería asesinar a Ramón Rabanera y planeaba otra veintena de atentados

El 'complejo Vizcaya' iba a atacar centros comerciales y hoteles en Andalucía y golpear en Burgos una casa cuartel y el museo militar

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La captura del 'complejo Vizcaya' ha evitado una larga campaña de atentados en el País Vasco, Andalucía y Castilla y León. El juez Baltasar Garzón, en el auto en el que decreta prisión para siete de los diez detenidos en la operación contra este comando, desvela que el grupo había realizado seguimientos e informaciones para perpetrar, al menos, una veintena de ataques en los próximos meses.

Entre los principales objetivos del comando que dirigía el 'liberado' detenido Arkaitz Goikoetxea estaba asesinar al ex diputado general de Álava y actual senador del PP Ramón Rabanera. Goikoetxea había encargado a uno de sus hombres de confianza, Iñigo Gutiérrez, un 'legal' detenido en Getxo, realizar los seguimientos en Ezcaray, donde el terrorista y el político vasco coincidían en vacaciones y en fines de semana.

Gutiérrez también había realizado informaciones para atentar contra empresas vinculadas al Tren de Alta Velocidad, contra el cuartel de la Guardia Civil de Burgos y contra el museo militar de esa ciudad castellana.

Por su parte, otro de los 'legales' del complejo, Aitor Kotano, detenido en Pontevedra, recopiló datos para atentar contra las sedes socialistas de las localidades vizcaínas de Sopelana y Leioa y contra los locales del Partido Popular en Getxo. Además, tenía en su poder abundante información para atacar las comisarías de la Ertzaintza de los municipios vizcaínos de Bermeo, Plencia y Santurce, así como para atentar contra los juzgados de Balmaseda, siempre en Vizcaya.

Cita en Granada

Mientras los colaboradores del 'complejo Vizcaya', bajo la denominación genérica de 'comando Hegoa', preparaban futuros atentados en el País Vasco y Burgos, el núcleo duro de la estructura terrorista desmantelada tenía previsto desplazarse el próximo mes a Andalucía para comenzar una tardía campaña de verano.

El jefe del aparato militar de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubira, 'Txeroki', había ordenado a finales de junio a Goikoetxea que se uniera en un 'talde' con el huido Asier Borrero para viajar al sur. Ambos tenían prevista una cita el 15 de agosto en un punto desconocido de Granada «al objeto de recibir instrucciones» sobre los atentados que debían cometer, según explica Garzón, que anticipa que las prioridades debían ser centros comerciales y hoteles.

En el domicilio de la calle Iturribide de Bilbao donde fueron detenidos Goikoetxea y dos de sus colaboradoras, la Guardia Civil halló varios mapas y planos de esa capital andaluza y de la Costa del Sol que, supuestamente, iban a ser usados para la ofensiva. Estos mapas carecen de anotaciones, por lo que los investigadores no han podido precisar cuáles serían los objetivos exactos, si bien aseguran que los ataques podrían haber tenido lugar en Málaga y Granada.

La campaña de verano de Andalucía debía ser la primera acción del nuevo núcleo del 'comando Vizcaya', del que sólo permanecía activo Arkaitz Goikoetxea. Los dos 'liberados' que le habían acompañado durante el último año en sus atentados habían vuelto a Francia. Se trata de Olga Comes, detenida el viernes en Dijon junto al cabecilla etarra Asier Eceiza, quien regresó al país vecino en abril, y Jurdan Martitegi, que dejó España en junio.

A esta reedición del 'comando Vizcaya' no le iban a faltar explosivos para acometer sus campañas. En noviembre, Goikoetxea y Martitegi habían recogido en la localidad francesa de Lescum de manos de 'Txeroki' y de su lugarteniente Aitzol Iriondo un cargamento de 370 kilos de amonitol y otros materiales para fabricar bombas, que son los explosivos y efectos encontrados en los últimos días en los dos zulos cercanos a Ezcaray y en el hallado en Getxo.

Ensayo de asesinato

A estos planes de atentados se suman los ya conocidos de atacar un furgón de la Ertzaintza en el puerto viejo de Algorta a finales de este mes, secuestrar y asesinar al concejal Benjamin Atutxa o matar al juez Fernando Grande-Marlaska.

El magistrado Baltasar Garzón ofrece en el auto de prisión algunos datos nuevos sobre estas acciones. El edil del PSE fue seguido durante siete meses, entre octubre del año pasado y abril del 2008, por los tres etarras del anterior núcleo duro del comando: Goikoetxea, Martitegi y Comes. En cuanto al intento de asesinato de Grande-Marlaska, los terroristas pensaron en perpetrarlo en agosto de 2007, aunque desistieron habida cuenta de que el juez casi nunca aparecía por la casa de Ezcaray.

No obstante, antes de abandonar el proyecto, llegaron a hacer preparativos para acabar con la vida del juez. En febrero de 2007 ensayaron el atentado, que iban a realizar con una bomba activada por cable (no por radio, como hacen en la mayoría de las operaciones) para evitar los inhibidores de frecuencia.