ASISTENCIA. El acto contó con 600 invitados. / A. VÁZQUEZ
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El BAC será entregado a la Armada en 14 meses

El Cantabria, tras su bautizo, permanecerá amarrado al muelle de armamento entre 14 y 18 meses para realizar todo el sistema de pruebas a flote, arrancar los grupos generadores, verificar los diversos equipos para comprobar que cumplen los requisitos especificados, sufrir toda una serie de inspecciones y por último efectuar las pruebas de mar o navegación, que es cuando se comprueba que da la velocidad, realizando lo que se conoce como correr la milla y otras propiedades como la maniobrabilidad, consumo, y otros varios aspectos electrónicos y de comunicación, aunque el noventa por ciento de estas pruebas se hacen con el barco atracado al muelle.

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Posteriormente, la Armada realizará otras pruebas de evaluación, en las que realizará el suministro de un barco a otro navegando, ya que el Cantabria podrá suministrar combustible a tres buques simultáneamente, dos por cada costado y uno por popa, pudiendo también aprovisionar a aeronaves en vuelo, helicópteros o aviones tipo Harrier.

El Cantabria, que es un petrolero de aprovisionamiento de combate, tiene doble casco, una eslora total de 174 metros (162 entre perpendiculares) un desplazamiento a plena carga de 19.600 toneladas, podrá mantener una velocidad de 20 nudos y su autonomía a 13 nudos será de 6.000 millas.