ESPAÑA

ETA abre con cuatro bombas su campaña de verano

La banda hizo estallar artefactos en las localidades cántabras de Laredo y Noja, que no causaron heridos ni daños materiales Una llamada a los bomberos avisó de la colocación de los explosivos

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ETA inició ayer su particular campaña veraniega de terror con la colocación de cuatro bombas en Noja y Laredo, localidades costeras de Cantabria. Dos artefactos estallaron en la playa La Salve de Laredo, un tercero en el arenal de Noja y el cuarto en el campo de golf de este municipio.

Las bombas, de poca potencia, causaron daños materiales de escasa consideración pero sembraron el terror y el pánico en dos localidades que atraen cada verano a miles de visitantes, la mayoría de ellos vascos. Dos mujeres fueron atendidas en Noja, una por una crisis nerviosa y otra al recibir el impacto de una piedra como consecuencia de la explosión.

Un comunicante anónimo que dijo hablar en nombre de ETA llamó a las 10.30 horas a la base que los Bomberos de la Diputación de Vizcaya tienen en la localidad de Trapagarán y anunció que entre las 12 del mediodía y las 3 de tarde estallarían 4 bombas en las playas de La Salve de Laredo y Ris en Noja, y en el campo de golf de este último municipio.

La Guardia Civil y las policías municipales de ambas localidades desalojaron de inmediato los arenales y el campo de golf, y acordonaron las calles adyacentes para impedir el tránsito de vehículos y viandantes. El tiempo inestable con el que amaneció el domingo facilitó la tarea puesto que las playas estaban casi vacías, a diferencia de la víspera. Sólo había algunas personas que daban un paseo o hacían deporte.

Los especialistas en desactivación de explosivos peinaron las zonas amenazadas con la ayuda de perros adiestrados, pero debido a la larga longitud, de seis kilómetros, de la playa de la Salve en Laredo fue imposible la localización de las bombas. La primera estalló a las 12.15 horas junto a la barandilla que bordea el Paseo Marítimo y causó desperfectos de escasa cuantía. La segunda hizo explosión a las 14 horas a unos 300 metros de distancia de la primera y afectó a una caseta utilizada por los socorristas de la playa.

La situación se repitió en Noja. A las 12.50 horas explotó una bomba escondida junto a las dunas de la Playa del Ris a unos 50 metros de distancia del polideportivo municipal. La deflagración fue de escasa potencia y no causó daños.

La atención se centró entonces en el campo de golf, distante unos 200 metros. El trabajo de los especialistas y los perros no evitó la explosión de un artefacto a las 14.55 horas. La Guardia Civil había acordonado la zona de acceso a la puerta principal del campo de golf pero no así el lateral de la instalación, separado de una estrecha carretera y de las viviendas por una valla metálica. Fue en este espacio donde se produjo la explosión.

Este artefacto tampoco causó daños materiales, aunque una mujer sufrió el impacto de una piedra lanzada a distancia por la onda expansiva y tuvo que ser atendida, así como otra mujer embarazada que sufrió un ataque de nervios. Ambas fueron trasladadas a un centro sanitario como medida preventiva.

Indignación

La colocación de las bombas por parte de ETA provocó una profunda indignación entre los miles de visitantes, la mayoría vascos, que disfrutaban del fin de semana y de sus vacaciones en Laredo y Noja.

Un guipuzcoano, con dos niñas de corta edad en brazos, denunciaba la «acción criminal» de los «locos» que colocaron las bombas y se felicitaba porque los atentados hubieran tenido lugar «hoy que hace malo. No quiero ni pensar que hubiera ocurrido ayer, con miles de personas en la playa». «Están locos», denunció.

A su lado, una vecina de Madrid pedía «que se acabe esta locura. Venimos a descansar después de un año duro de trabajo y no meremos esto».

El consejero cántabro de Presidencia y Justicia, Vicente Mediavilla, que se trasladó a Noja, se congratuló de que no hubiera habido daños personales y lanzó un mensaje de condena a unos atentados cometidos por «una pandilla de asesinos y psicópatas» que buscan «alterar el normal funcionamiento de una época estival en localidades muy turísticas».

Mediavilla vinculó los atentados con la situación política en el País Vasco e instó al Estado de Derecho a «acabar con cualquier ansia o interés secesionista o nacionalista». «Estamos asistiendo -añadió- a un reto del PNV y del Gobierno vasco hacia el Estado democrático y de Derecho con una consulta claramente inconstitucional e ilegal».