EFICAZ. El delantero uruguayo Chevantón anota ante Wilfred uno de los dos goles que ayer marcó en el estadio isleño de Bahía Sur. / ANTONIO VÁZQUEZ
MÁS FÚTBOL

El San Fernando cae goleado ante el Sevilla en el estreno de los dos equipos

Los azulinos ofrecieron una buena imagen en la primera parte, pero la superioridad de los de Manolo Jiménez terminó por reflejarse en el marcador Chevantón por partida doble, Luis Fabiano y Diego Capel fueron los goleadores

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Buenas sensaciones ofreció el equipo de La Isla en su bolo veraniego ante el Sevilla FC, a pesar de lo abultado del resultado (0-4). El conjunto entrenado por Antonio Irionso, pese a que lleva tan sólo tres días de entrenamientos, demostró carácter sobre el terreno de juego, sobre todo en la primera mitad, en la que plantó cara a todo un campeón europeo y consiguió trenzar buenas jugadas ofensivas, a pesar de la previsible falta de conjunción de la plantilla y de la premura de la cita futbolística.

Conformaron el primer once azulino de la temporada Raúl Iglesias, Moke en el lateral derecho, Merino en el izquierdo, Selu y Galera como pareja de centrales, Casabella y Marco en la medular, con Canito por delante, Iván Guerrero en el flanco izquierdo, Puli en el derecho y el portugués Diogo Fonseca como hombre más adelantado.

Destacó sobremanera la gran visión de juego mostrada por Marco, un centrocampista que, si mantiene su línea, va a regalar grandes tardes de gloria a los sufridos aficionados de San Fernando. La potencia lusa de Fonseca también se dejó ver en los primeros compases, pero el joven ariete sólo lleva un día en la que va a ser su casa y evidenció una comprensible falta de tono. No obstante, de su cabeza pudo salir el primer gol isleño del nuevo curso.

Puso entonces orden sobre la cancha el cuadro entrenado por Manolo Jiménez, que a medida que pasaban los minutos iba haciéndose con el control del juego. Antes del descanso, O Fabuloso adelantó a los sevillistas, ayer de rojo Glasgow, y abrió el camino de lo que sería un auténtico festival de los visitantes.

Con la segunda mitad llegaron los cambios y las probaturas, y el San Fernando se mostró más desmembrado. La entrada de Chevantón, que marcó por partida doble, y Capel, que también mojó, terminó por ser determinante.