El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a su llegada a Oujda (Marruecos), donde ha sido recibido en audiencia por el rey de Mohammed VI. /EFE
seis años después de la ocupación del islote de Perejil

Marruecos da la bienvenida a Zapatero con una minúscula bandera española

El primer ministro marroquí recibe al presidente español en el aeropuero de Oujda repleto de enseñas locales que apenas dejaban sitio a la de España

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aún sobrecogido por la tragedia de Almería, donde murieron catorce inmigrantes subsaharianos en la travesía en patera hacia aguas españolas, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha realizado su primer viaje a Marruecos de esta legislatura, con el objetivo de dar un nuevo impulso a una relación bilateral que considera "estratégica" para potenciar la cooperación sobre inmigración. El jefe del Ejecutivo busca también relanzar los pactos en materia económica, policial y judicial.

El primer ministro marroquí, Abas El Fasi, ha recibido a Zapatero en el aeropuerto de la localidad de Oujda, un municipio convertido desde hace años en la puerta de salida de miles de inmigrantes clandestinos que esperan para emprender viaje a España en patera. En el aeropuerto, dos decenas de banderas marroquíes apenas han dejado sitio a un mínima enseña española. Junto al primer ministro marroquí estaba también el embajador español en Marruecos, Luis Planas. Ambos han dado la bienvenida a Zapatero, que ha viajado acompañado del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

Tras el recibimiento, la comitiva se ha desplazado al Palacio del Gobernador de Oujda, donde Zapatero ha mantenido un encuentro con El Fasi para analizar la colaboración bilateral en inmigración, economía, justicia y seguridad ante de ser recibido en audiencia por el rey Mohammed VI.

Aunque la tradición establece que el primer viaje de los presidentes del Gobierno de España sea a Marruecos, la visita de Zapatero se ha retrasado por problemas de agenda y finalmente ha coincidido con el sexto aniversario de la ocupación del islote de Perejil por las tropas del reino alauí. El Ejecutivo español, presidido entonces por José María Aznar, reaccionó enviando un comando de operaciones especiales que asaltó el islote. La crisis bilateral ya había estallado. Algo parecido ocurrió el pasado mes de enero a raíz de la visita de los Reyes de España a Ceuta y Melilla. Marruecos consideró una provocación el viaje a estas dos ciudades que interpreta como "ocupadas" por España y retiró nuevamente a su embajador aunque ahora las relaciones se han normalizado.

Retorno voluntario y voto de los inmigrantes

El Gobierno español ha aprovechado esta visita para adelantar a Marruecos el plan de retorno voluntario de inmigrantes -será el eje de la próxima visita de Corbacho- y exponer la iniciativa del PSOE de conceder derecho de voto a los inmigrantes con residencia estable en las elecciones municipales, aunque este tema no estaba oficialmente en la agenda.

Según los estudios preliminares que maneja el PSOE, los marroquíes serían la colonia más afectada por la decisión y unos 376.000 podrían votar en las municipales de 2011 si se cumplen sus planes. Sin embargo, la iniciativa requiere colaboración de Marruecos porque sólo se hará si se firma un acuerdo de reciprocidad que permita votar en las municipales marroquíes a los casi 3.600 españoles mayores de edad que viven en el país, según el Censo de Residentes Ausentes (CERA) del pasado 1 de mayo.

Cumbre Euromediterránea de París

La cita se ha producido dos días antes de la Cumbre Euromediterránea de París, que reunirá a todos los países de la UE y de la ribera sur del Mediterráneo. España, como Francia, es firme partidaria de que la Unión tenga una "relación privilegiada" con Rabat para negociar una especie de "estatuto avanzado".

Sobre la visita de Zapatero ha planeado también el contencioso del Sáhara Occidental, en el que España quiere que el secretario general de la ONU convoque una nueva ronda de negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario que permita cerrar un acuerdo que contemple el derecho de autodeterminación de los saharauis.