SOBREVIVIÓ. En la pierna derecha se ven las heridas causadas por los perdigones. / A. VÁZQUEZ
Ciudadanos

«Si buscaban una casa concreta, se equivocaron con la mía»

La primera víctima niega tener cuentas pendientes ni enemigos y cree que los asesinos pudieron confundirse

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Fue una de las primeras preguntas que le lanzó la Policía, si estaba metido en algún turbio negocio o si tiene enemigos que quieran jugársela, pero Manuel, la primera persona que fue atacada, lo negó y volvió a hacerlo cuando atendió a este medio en la habitación del hospital.

Este ex militar se recupera con dificultad porque el tiroteo le ha llegado en plena lucha contra un cáncer que le ha dejado muy debilitado. Sin embargo, recuerda que tuvo las fuerzas suficientes para poder refugiarse en su casa al recibir la ráfaga de disparos. «Oí un ruido y cuando salí, habían corrido la puerta metálica corredera que separa las dos viviendas. No hubo tiempo para más porque empezaron a disparar. Logré esquivar como pude los perdigonazos, aunque noté cómo me herían la pierna derecha y el abdomen. Me encerré en la casa, apagué las luces y pedí auxilio por teléfono».

Asegura que no tiene problemas con ningún vecino y aunque es una persona que no se relaciona en exceso con ellos, tampoco ha tenido ninguna disputa. Supo ya en el hospital lo que había ocurrido a muy pocos kilómetros de su casa. No conoce a Tamara ni a su familia y cree que él cayó herido por un error. «Si buscaban una casa concreta, se equivocaron con la mía».

Vive solo y no teme regresar a su casa, alejada del bullicio, pese a la mala experiencia. Ahora le quedan varios días de recuperación y espera poder recibir el alta a principios de la semana próxima. «Después de lo que ha sucedido, tengo que agradecer que no me ocurriera algo peor».

La misma idea

Un primo de Tamara llegaba a la misma conclusión que Manuel en la puerta del Clínico de Puerto Real, donde atendió a este medio. Aunque algunos allegados de la chica asesinada apuestan por la hipótesis del robo, debido a las numerosas denuncias que en los últimos meses se están produciendo en El Marquesado, no conciben que unos simples ladrones emplearan tanta violencia. «Seguro que estaban buscando la casa de alguien y se confundieron y entraron en la de mis tíos, porque una masacre como ésta no la comete un tío que va sólo a robar».